Gimnasia y San Martín de Tucumán igualaron 1 a 1 en un partido cambiante. Juan Miritello abrió el marcador para los de Pablo de Muner, mientras que Matías Palavecino igualó para el local. El Santo no pudo alcanzar la línea de Instituto en el segundo lugar.

El primer tiempo lució deslucido y con pocas situaciones de gol. El Lobo Jujeño agarró la pelota de entrada y se adueñó de las acciones, con un Matías Palavecino muy movedizo y participativo en todo el frente de ataque. Pero, con el correr de los minutos, los dirigidos por Darío Franco se fueron apagando y el juego se estancó en mitad de cancha.

De a poquito, San Martín se fue sintiendo más cómodo y, justo cuando Gimnasia había bajado un cambio, apretó el acelerador para abrir el marcador: Federico Jourdan se escapó por derecha y envió un centro bárbaro justo a la cabeza de Miritello. El “9”, fiel a su costumbre, no falló y la mandó a guardar.

El comienzo de la segunda parte fue de lo mejor del partido. De ida y vuelta y con chances para los dos, quien aprovechó la suya fue el Lobo: tomó la pelota Palavecino afuera del área, se perfiló hacia el arco y sacó un zurdazo espectacular que se metió por el palo derecho de Nicolás Carrizo.

Luego del aluvión de situaciones, el partido cayó en intensidad y se planchó, pero fue Gimnasia quien siguió aprovechando las dudas en el mediocampo tucumano para imponerse. Sobre el final, la más clara del partido: Facundo Rizzi desbordó por izquierda, llegó al fondo y echó el centro atrás para Palavecino, que definió a quemarropa y fue Carrizo quien se hizo gigante para salvar el arco de la visita.

En el Ciruja quedó un sabor amargo, porque no jugó bien y porque no pudo alcanzar a Instituto que, si le gana el lunes a Deportivo Morón, se asegurará el segundo puesto.