Los principales fondos de inversión del mundo se encuentran entre los diez compradores más grandes del emblemático Bono Internacional 2117, con el que el Gobierno colocó deuda a un siglo. Nombres como Goldman Sachs, Marathon y Blackrock aparecen al tope de la lista de suscriptores a la que accedió El Cronista de fuentes calificadas; e integran la decena de inversores que se quedó con más del 53% de la emisión. Con participaciones menores aparecen también un fondo buitre como Gramercy, que litigó contra la Argentina en el proceso post default; y el fondo Noctua, vinculado al ministro de Finanzas, Luis Caputo, según la última gran filtración de información de paraísos fiscales conocida como Paradise Papers.
La emisión, formalizada el 28 de junio en el Boletín Oficial, fue una de las más cuestionadas del Gobierno. Fue judicializada por un grupo de diputados de la oposición y generó la imputación de Caputo, quien está siendo investigado por administración fraudulenta en el juzgado federal de Ariel Lijo. La imputación la dispuso el fiscal Juan Pedro Zoni, después de la denuncia de 14 diputados, que además del plazo del bono cuestionaron la tasa del 7,125% anual, a la que definieron como un "fenomenal perjuicio" para el Estado y un "fabuloso beneficio" para los inversores.
Esos beneficiados son 148 fondos de inversión, que suscribieron un total de u$s 2748,8 millones. Aunque poco más de la mitad de esa torta, el 53,11%, quedó en manos de sólo diez de ellos: Goldman Sachs y Marathon (que suscribieron u$s 275 millones cada uno), Bluebay (con u$s 150 millones), Blackrock y Wellington (con u$s 130 millones cada uno), y Discovery Capital, Fidelity, JP Morgan, Lazard y Western (con u$s 100 millones cada uno), según el listado al que accedió este diario.
Los CEOs de algunos de esos fondos escucharon al presidente Mauricio Macri hace quince días en Nueva York. "Espero convencerlos de que la Argentina es el mejor país para sus inversiones", les dijo el Presidente. Según se desprende de los montos que ya habían suscripto cada una de sus compañías, ya estaban convencidos Jonathan Beinner y Pablo Salame (Goldman Sachs), Mary Erdoes y Jamie Dimon (JP Morgan), Rob Citrone (Discovery Capital), Nancy Prior (Fidelity), James Gorman (Morgan Stanley, que suscribió u$s 12 millones) y Michael Corbat (Citi, que suscribió u$s 3 millones).
Con montos inferiores aparecen además dos inversores llamativos. Uno de ellos es Gramercy, el fondo buitre del norteamericano Robert Koenigsberger, que en 2001 compró deuda argentina a punto de caer en default junto a Elliott, de Paul Singer, y Darth, de Kenneth Dart, a la espera de que la Argentina declare la cesación de pagos y diese lugar al juicio que se cerró recién en abril de 2016 y por el que el Gobierno pagó u$s 9300 millones.
Consultado sobre ese punto, el ministro Caputo señaló a través de su vocera que "Gramercy no era un fondo buitre", en referencia al cambio de postura que adoptó ese inversor primero en 2005 y después en 2013, con una estrategia de acercamiento y acuerdo con el gobierno argentino, por la que lo terminaron acusando de intentar inflar artificialmente el precio de los bonos que había comprado baratos.
La otra aparición sorpresiva entre los compradores del bono a cien años es Noctua Asset Management (que suscribió u$s 5 millones), un fondo controlado por Noctua Partners LLC, la gerenciadora que según la agencia Bloomberg fue co-fundada por Caputo y otro argentino, Martín Guyot, en 2009. Cuando la periodista del diario Perfil, Emilia Delfino; su colega de La Nación, Hugo Alconada Mon, y otros profesionales argentinos que integran el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) revelaron su vinculación con Noctua, Caputo dijo que no la había incluido en su declaración jurada de bienes ante la Oficina Anticorrupción porque renunció antes de asumir en la función pública. "No hay ningún conflicto de interés, hoy no tengo nada que ver ni con Axis (otro fondo de inversión creado por él) ni con Noctua. Es más, hoy desfavorezco a mis ex socios, en lugar de favorecerlos", sostuvo el ministro, tras la filtración de los Paradise Papers. Todavía no era público que Noctua había suscripto el Bono Internacional 2117.
Consultado ante esta novedad, siempre a través de su vocera, Caputo insistió en que ya "no tiene ninguna relación con Noctua", aunque aclaró: "Noctua no es una offshore, sino una empresa americana que tiene un fondo especializado en la Argentina. Por eso es lógico que compre bonos argentinos".
Caputo fue denunciado por su vinculación con Noctua. Diputados del PJ-Frente para la Victoria lo acusaron de omisión maliciosa, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas, tráfico de influencias, uso de información privilegiada, incumplimiento de los deberes de funcionario público y lavado de activos. La investigación quedó a cargo del juez federal Julián Ercolini y el fiscal Carlos Rívolo.
Días atrás, la revista Noticias reveló la declaración de un testigo que dice haber visto a Caputo visitar las oficinas de Axis (sociedad broker de Noctua Partners) cuando ya era ministro, en 2016. El funcionario también tiene una causa penal por su vinculación con Axis, al que la Anses le giró $ 500 millones, autorizada por él. Por eso lo denunció el fiscal especializado en Seguridad Social, Gabriel De Vedia; y la causa quedó a cargo del juez Luis Rodríguez y el fiscal Eduardo Taiano.
Según el testimonio de César Rija, encargado del edificio en el que Axis alquila sus oficinas, Caputo estuvo al menos cuatro veces en esa dependencia después de asumir como ministro.
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Sólo diez fondos suscribieron más del 50% del bono a cien años
Entre los suscriptores de los u$s 2748,8 millones que emitió el Gobierno hay nombres esperables y dos apariciones polémicas: Noctua y Gramercy.
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