Los mandatarios saben que caminan por un sendero estrecho. El paquete de medidas económicas anunciadas el miércoles por el Presidente para contener los efectos del abrupto salto del dólar tras el resultado electoral afectó directamente las cuentas de las provincias, pero los gobernadores evalúan opciones para reclamarle a la Nación sin que esa hostilidad se lea como un intento de desestabilización.

"Esto va a tener una repercusión muy negativa, porque las decisiones que está tomando el gobierno nacional de manera inconsulta afectan e incumben a las provincias, van a impactar negativamente en las arcas de los estados provinciales”, señaló este martes el tucumano Juan Manzur. En línea con el gobernador de Tucumán ya se habían expresado la semana pasada, entre otros, la catamarqueña Lucía Corpacci y el santiagueño Gerardo Zamora, que viajaron a Buenos Aires para reunirse con Alberto Fernández, que ya había recibido el informe que los ministros de Economía de las provincias elaboraron la semana pasada tras reunirse en el CFI.

En la reunión del viernes, los funcionarios provinciales evaluaron cómo afectaría a cada uno de los distritos la rebaja del IVA en alimentos y la suba del mínimo no imponible de Ganancias, medidas anunciadas por el presidente Macri que involucran recursos provinciales, por tratarse de impuestos corparticipables. De acuerdo con las cuentas que hizo la Comisión Federal de Impuestos (CFI), que integran los ministros de Economía y Hacienda de todas las provincias y la Nación, a partir de estos anuncios las provincias dejarán de recibir 29.654 millones de pesos hasta fin de año, sobre un costo total de 51.800 millones.

En las provincias llegaron a comparar el impacto de la medida con la eliminación del Fondo Federal Solidario (FoFeSo), más conocido como Fondo Sojero, que en 2018 generó una rebelión de gobernadores y varias demandas contra el Estado ante la Corte Suprema. El Tribunal todavía no resolvió nada al respecto. Para el Gobierno, sin embargo, los números no son esos. Según un informe que elaboró este martes el Ministerio de Hacienda, a cargo ahora de Hernán Lacunza, las provincias perderán solamente 3.228 millones de pesos, contemplando el aumento de la recaudación.

Otro motivo de preocupación es el anuncio del congelamiento del precio de los combustibles, que afecta a las provincias petroleras. Por ese motivo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, Lacunza y el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, recibieron este martes en Casa Rosada a los gobernadores de Chubut, Mariano Arcioni, de Neuquén, Omar Gutiérrez, de Río Negro, Alberto Weretilneck, el vicegobernador de Santa Cruz, Pablo González, el ministro de Infraestructura y Energía de Mendoza, Martín Kerchner, y la ministra de Hacienda de Mendoza, María Paula Allasino. En la previa, Weretilneck había anunciado que tenía preparada una medida cautelar para presentar en la Corte Suprema de Justicia.

La posibilidad de accionar judicialmente contra el Estado nacional por la medida es una de las opciones que estudiarán este miércoles los mandatarios que se verán en el CFI, convencidos de que, de acuerdo con la Constitución Nacional, el Estado no puede legislar en materia de impuestos y el tema debe pasar necesariamente por el Congreso, donde el oficialismo no tiene chance de que prospere.

Los mandatarios se dividen entre quienes quieren ir más a fondo y los que piden la apertura del diálogo con el Gobierno para pedir algún tipo de compensación. Del lado de los dialoguistas se anota, por ejemplo, el entrerriano Gustavo Bordet, uno de los gobernadores de relación más fluida con Alberto Fernández, quien por estas horas se dedica a desactivar públicamente cualquier declaración que insinúe siquiera la posibilidad de llamar a elecciones anticipadas.

“Trato de no complicar las cosas porque el presidente es Mauricio Macri hasta el día que termine su mandato. No hay un presidente alterno ni hay un presidente electo. Por respeto al presidente que está investido en su rol, hasta el día que termine su mandato uno no puede hacer otra cosa”, dijo Fernández este martes en diálogo con Radio 10, en el que afirmó que los gobernadores calculan que dejarán de recaudar lo equivalente a “un mes de salarios” de las provincias.

Esa línea de la prudencia será la que promoverá en el CFI la mayoría de los mandatarios que quiere evitar a toda costa “echarle nafta” a una situación política que ya entró en combustión y que repite para sus adentros que al gobierno de Macri le quedan menos de cuatro meses y solo resta “aguantar”. El espíritu general, sin embargo, tiene sus excepciones. Duros con el Gobierno desde el primer día, los gobernadores que nunca formaron parte del sector dialoguista, como Gildo Insfrán (Formosa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Carlos Verna (La Pampa) dicen que “Macri también tiene que ayudar” si quiere contemplaciones.

Entre los que ya confirmaron su asistencia se cuentan todos los gobernadores del peronismo, incluido el candidato a vicepresidente de Consenso Federal, el salteño Juan Manuel Urtubey. En tanto, hasta el cierre de esta nota, el santafesino Miguel Lifschitz aún no había resuelto si participaría. Además de los gobernadores de Cambiemos, María Eugenia Vidal, Gustavo Valdés, Gerardo Morales y Alfredo Cornejo y el jefe de Gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta, también se anota entre los ausentes el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que envió a las reuniones a su ministro de Hacienda, Osvaldo Giordano. El cordobés conversó este martes con Fernández y quedó en recibirlo en su próxima visita a Córdoba.