El Gobierno comunicó la extensión de las negociaciones por la deuda de USD66.000 millones con legislación extranjera. La decisión fue no presentar la nueva oferta y extender el plazo de la original, presentada el 21 de abril, hasta el 24 de julio. En los papeles implica que continuarán las conversaciones con los acreedores.
Si bien hacia el cierre de la semana las discusiones se empantaron tras la “amenaza” de Blackrock de judicializar los diferendos en Nueva York, los analistas destacan que las distintas posiciones se encuentran más cerca que nunca de un encuentro.
A través de un comunicado, el Ministerio de Economia informó: “La República Argentina anunció hoy que extendió por un período adicional el vencimiento de la invitación que hizo a los tenedores de ciertos bonos elegibles enumerados en el Suplemento del Prospecto de fecha 21 de abril de 2020 para presentar órdenes para canjear sus Bonos Elegibles por nuevos bonos conforme a los términos y sujeto a las condiciones descriptas en el Suplemento del Prospecto desde las 5:00 p.m., hora de la Ciudad de Nueva York, el 19 de junio de 2020, hasta las 5:00 p.m., hora de la Ciudad de Nueva York, el 24 de julio de 2020”.
Las posiciones entre los acreedores y el Gobierno están más cerca que nunca. La última oferta oficial sumó el cupón atado a exportaciones y llevó a la valuación a casi USD52, apenas por debajo de las dos contrapropuestas, tanto la del grupo Ad Hoc más el grupo Exchange de USD57, y la del Comité de Acreedores de Argentina (ACC), de USD53. El bono atado a las exportaciones permite un doble beneficio: lleva a la valuación por encima del tope de USD50 planteado por el FMI, que es el principal acreedor, pero de manera tal que su pago sólo se dispara si el país recibe dólares genuinos por las ventas externas.
Las diferencias en las ofertas originales estuvieron muy por encima al comienzo de las conversaciones: arrancaron con un valor en torno a USD75 para las de los fondos y en USD40 para la del Gobierno.
El comunicado oficial agregó: “Desde la extensión anterior de la Invitación, la República continuó manteniendo proactivamente debates con distintos grupos de inversores, adelantó posibles ajustes a la Invitación y recibió comentarios de inversores, así como también otras sugerencias sobre los diferentes caminos para mejorar los recuperos. Argentina cree firmemente que una reestructuración de deuda exitosa contribuirá a estabilizar la condición económica actual, mitigando las restricciones a mediano y largo plazo sobre la economía de Argentina, las cuales fueron creadas por la actual carga de deuda, y reencauzando la trayectoria económica del país hacia el crecimiento a largo plazo. Argentina y sus asesores pretenden aprovechar esta extensión para continuar con las discusiones y permitirles a los inversores continuar contribuyendo con una reestructuración de deuda exitosa”.
BlackRock, decepcionado y con acusaciones
Si bien en los números las distintas posiciones lograron acercarse, en los discursivo las posiciones se empantaron en los últimos días. A través de un comunicado, el Grupo Ad Hoc y el Exchange sostuvieron: "Estamos unidos en nuestra decepción frente a la decisión de Argentina de terminar el dialogo con sus acreedores, en lo que es claramente una coyuntura crítica. Argentina generó obstáculos a la posibilidad de una salida negociada e intentó provocar una división, lo que cerró lo que venía siendo una productiva negociación".
Y agregó: "Es evidente al examinar las diversas propuestas presentadas durante las últimas semanas que todos los interesados hicieron progresos sustanciales hacia una reestructuración consensuada. Si logramos este objetivo, sería un éxito para todos los involucrados: evitar los devastadores costos legales y económicos de un incumplimiento prolongado. La decisión de Argentina hace dos días de alejarse de la mesa de negociaciones es aún más desafortunada dado lo cerca que estamos de una resolución, para lo cual seguimos dispuestos a participar de manera constructiva".
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