"Es una leve indisposición por la que prefirió quedarse en los ambientes cercanos a Santa Marta", agregó Bruni, en referencia a la residencia en la que reside el pontífice dentro del Vaticano.
De todos modos, resaltó el vocero, "los otros encuentros proceden regularmente", por lo que la agenda prevista de Jorge Bergoglio para este jueves, como una reunión con un grupo ambiental católico, continúa sin modificaciones.
El pontífice tenía previsto reunirse en la basílica de San Juan Letrán con el clero de la diócesis de Roma para la liturgia penitencial.
El Pontífice, de 83 años, se presentó resfriado en la audiencia de este miércoles por la mañana en Roma. Por la tarde presentó mejoras y logró celebrar la misa para la imposición de la ceniza y la tradicional procesión desde la basílica de Santa Sabina a la Iglesia romana de San Anselmo, en la colina romana del Aventino.
Después de estos actos públicos en la Santa Sede se decidió hoy que permanezca en su residencia de Santa Marta. Sin embargo, el Pontífice mantuvo otros encuentros previstos en su horario como una audiencia con los miembros del Movimiento Católico Global para el Clima y otras dos reuniones privadas.
Es la primera vez en siete años que Francisco cancela un acto por un resfriado. “Todos sus otros compromisos se llevarán a cabo con regularidad”, ha aclarado Bruni.
La alerta por el coronavirus en Italia hizo que algunos especularan con que el Pontífice no iba a realizarar el saludo típico de estrechar las manos a los peregrinos de todas las partes del mundo, pero de todas maneras, el Papa lo hizo igual. En la audiencia del miércoles, que se celebró al aire libre en la plaza de San Pedro, se pudo ver a varios católicos llevando barbijos pero sólo una persona apareció con ella en la celebración de la misa del miércoles de ceniza.
“Quiero expresar de nuevo mi cercanía a los enfermos de coronavirus y a los operadores sanitarios que les cuidan, a las autoridades civiles y a todos los que se están empeñando para asistir a los pacientes y detener el contagio”, aseguró Francisco en la audiencia.
En la Santa Sede optó por cancelar algunos eventos programados en espacios cerrados para los próximos días por el brote, pero no las audiencias públicas al aire libre. Además colocaron dispensadores con desinfectante para las manos en las oficinas con acceso al Estado de la Ciudad del Vaticano, donde hay una enfermera y un médico de guardia disponibles las 24 horas en caso de que haya pacientes con síntomas compatibles.
Muchas iglesias del norte de Italia, la zona más afectada por el brote de coronavirus en el país están cerradas y se prohibieron las misas. El obispo de Piacenza hasta ha vetado que los feligreses se den la paz durante la Eucaristía.
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