La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner disertó en el evento "Voluntad popular y democacia", en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos que se realizó en en el CCK, en la Ciudad de Buenos Aires.
La expresidenta estuvo en el panel de debate junto a los también exmandatarios Evo Morales, Rafael Correa, Ernesto Sámper y José Luis Rodríguez Zapatero.
Advirtió que el lawfare "no se explica sin los medios de comunicación" porque, dijo, "las sentencias se escriben en los medios" y "después un juez o fiscal suscriben".
Al exponer, la exmandataria planteó que la práctica del lawfare ataca la "política que tiene que ver con la distribución del ingreso y con la movilidad social ascendente".
La vicepresidenta afirmó que todo lo que se "sufre en la Argentina tiene que ver con lo que pasa en la economía" y planteó que el Golpe de Estado de 24 de marzo de 1976 marcó "a fuego" y destruyó "el patrón de acumulación" que se había logrado hasta ese momento.
"El golpe de '76 es el que marca a fuego y destruye ese patrón de acumulación, que no solamente era económico sino cultural", dijo la vicepresidenta en el marco del encuentro organizado por el Grupo de Puebla en el III Foro Mundial de Derechos Humanos, y recordó que a partir de allí se reafirmó "la economía bimonetaria en la Argentina".
Lawfare
"No me interesa si nos van a condenar, si me van a inhabilitar, si me van a meter presa: no me importa. Lo que me importa fundamentalmente es que volvamos a construir un estado democrático y constitucional, donde las garantías que establece la Constitución no sean cartón pintado. De esto se trata, volver a construir un país como el que tuvimos", lanzó Cristina.
Ante un auditorio repleto, que cantó por su candidatura en diversas ocasiones, la funcionaria disparó contra la oposición y, tras trazar un recorrido histórico por sus dos mandatos y el de Néstor Kirchner, aseguró que "después del 2015 comenzaron a montar un relato sobre que 'se habían robado un PBI'. El PBI se lo llevaron ellos y todavía no sabemos adónde está".
Acerca del lawfare, uno de los temas centrales de la jornada, comentó que "no se explica sin los medios de comunicación. Las sentencias se escriben en los medios de comunicación y después un juez o un fiscal suscribe la acusación y la sentencia" y agregó: "No nos van a perdonar nunca lo que pudimos construir en materia de DDHH".
"No nos persiguen porque somos populistas, de derecha, de izquierda, de abajo o de arriba: nos persiguen porque igualamos sociedades", destacó la vicepresidenta.
Luego, trazando un paralelismo con el Golpe de Estado, del que este viernes se cumplirán 45 años, explicó que "el lawfare es lo que el partido militar fue a los gobiernos populares de la primera mitad del siglo XX".
En referencia al escenario económico y a las futuras elecciones, la expresidenta opinó que "no se puede hacer lo mismo que se hizo en 2015, porque cuando en 2015 llegó Mauricio, había reservas en el Central".
"En 2015 no había deudas, ni de empresas ni del Estado ni de las familias. Tampoco estaba el FMI. Además, había reservas en el BCRA, por eso se pudo levantar el cepo. Y además, lo salarios reales no estaban rezagados, sino que en dólares eran los más altos de América Latina", completó.
Y añadió: "Si no había deuda, había reservas y los salarios reales no estaban rezagados, ¿me quieren decir que hicieron en 4 años, que entregaron el país hecho percha en 2019?".
Narcotráfico
Posteriormente, en el marco de la ola de violencia que azota a Rosario, sostuvo que "cuando desaparece el Estado, aparece el narcotráfico". "Finalmente, nos quieren convencer de que pelean contra el narcotráfico porque están presos los chicos y mujeres que andan en el narcomenudeo", amplió.
Y, en ese sentido, reclamó: "Si queremos luchar contra el narcotráfico, primero tenemos que luchar contra el sistema financiero, que es el que lava la guita del narco".
Cristina estuvo flanqueada por referentes del Grupo Puebla. Los principales expositores de la actividad fueron el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper; el ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero; el ex presidente de Bolivia, Evo Morales; y el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa. "Yo tengo 51 acusaciones e investigaciones penales", precisó Correa y aseguró que "si yo hubiera podido volver a Ecuador, Lasso jamás habría sido presidente".
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