{jkhighlight}El ministro de Economía, Martín Guzmán, partirá esta noche rumbo a Nueva York para reunirse con fondos de inversión y think tanks estadounidenses, tras lo cual se dirigirá a Washington a encontrarse con la titular del Fondo Monetario Internacional ( FMI), Kristalina Georgieva, en el marco del inicio de las negociaciones para reprogramar el pago del crédito de 44.000 millones de dólares heredados de la gestión de Mauricio Macri{/jkhighlight}.
Si bien la primera cumbre con la titular del organismo multilateral está pautada para el 23 y 24 de marzo, el funcionario decidió adelantar el viaje para ocuparse de temas personales que tenía agendados hace tiempo en la ciudad en donde ejerció como investigador y docente. Allí aprovechará para dar charlas a fondos de inversión y think tanks norteamericanos.
Posteriormente comenzará su agenda oficial en la capital de los Estados Unidos, donde tendrá que verse las caras con Georgieva y representantes del Banco Mundial y del Tesoro. En paralelo, habrá discusiones entre los equipos técnicos de ambos lados.
De esta manera, el Gobierno dará el puntapié para refinanciar el préstamo que le otorgó el FMI al país en 2018, cuando se cerraron los mercados internacionales de deuda.
La comitiva de Guzmán estará compuesta por el selecto grupo de funcionarios que recibieron la vacuna contra el coronavirus en el Palacio de Hacienda. Uno de ellos es el representante del Cono Sur ante el Fondo, Sergio Chodos, que ya se encuentra en los Estados Unidos.
La intención original del Ejecutivo era llegar a un entendimiento con el organismo de crédito antes de tener que abonar de mayo un vencimiento de más de 2.500 millones de dólares con el Club de París. Para ello, se solicitó pasar a un préstamo del tipo Extended Fund Facilities, que arroja un período de repago más largo que el Stand-by actual. La discusión se centrará, por un lado, en el tipo de condicionalidades que exige un EFF y, por el otro, en la posibilidad de extender los plazos más allá de lo que marcan los estatutos del FMI.
El argumento del Gobierno es que el acuerdo con el macrismo violó la carta orgánica de la institución multilateral, al no imponer ningún tipo de restricción a la salida de capitales cuando la situación cambiaria se desmadró.
Con todo, las negociaciones podrían dilatarse hasta septiembre, cuando se debe abonar al Fondo el primer vencimiento de capital por casi 1.900 millones de dólares, y así evitar anunciar el acuerdo antes de las elecciones legislativas.
En total, aún restan pagar en 2021 al FMI entre intereses y capital cerca de 4.700 millones de dólares, por lo que incluso si el Gobierno utiliza una eventual ampliación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) como la que analizará el directorio del organismo, no alcanzaría para cancelar esa cifra.
En cuanto a la deuda con el Club de París, el ministro también deberá viajar a Europa en los próximos meses para negociar ese refinanciamiento, con los principales líderes del Viejo Continente, acreedores históricos de la Argentina.
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