La Secretaría de Comercio logró un acuerdo con más de 40 marcas de indumentaria que se comprometieron a retrotraer los precios de sus prendas hacia los valores de los primeros días de septiembre y congelarlos hasta el 1° de diciembre, en un pacto consensuado que, en principio, no sería de cumplimiento obligatorio.
Según lo acordado, desde enero los precios se irán ajustando de acuerdo con las variaciones del tipo de cambio oficial, por un plazo de 180 días. El titular de esa cartera, Matías Tombolini, estaba ultimando detalles el jueves por la tarde, mientras negociaba el entendimiento con la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) y la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines (FAII).
Los aumentos de precios en indumentarios superaron a la inflación
En agosto de este año, los precios de prendas de vestir y los calzados aumentaron un 9,9%, superando incluso los niveles de inflación general, que ese mes marcó un 7%. En lo que va del 2022, el sector registra una suba de precios del 71,9%, pero si se mide de modo interanual el aumento es del 109%, casi 30 puntos porcentuales más que la inflación de ese período.
Las negociaciones entre el Gobierno y las empresas empezaron la última semana, pero avanzaron rápidamente. En marzo, el Ejecutivo había firmado un acuerdo parecido sobre 15 modelos de prendas de vestir, por cuatro meses. Así, se consiguió que el aumento con respecto a la temporada de invierno anterior fuera de tan solo el 30%.
Entre las marcas que negociaron con Tombolini están: Zara, Nike, Lacoste, Chekky, Grisino, Cuesta Blanca, Rapsodia, Prune, Ay not dead, 47 Street, Levis, Bensimon, Jazmin Chebar, Mimo y Maria Cher.
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