En un plenario de comisiones de la Legislatura jujeña, el CEO de Omega Energy, Omar Leal, explicó ante el conjunto de diputados de los diferentes bloques políticos el plan de inversiones que tiene previsto realizar la empresa colombiana, y también cómo se enteró de la existencia del ingenio azucarero. El empresario comentó que conocieron la situación de venta de La Esperanza a través de un video en youtube donde el gobierno promocionaba tal operación con una reducción importante de la planta de personal.

“Nos enteramos de esto y solicitamos una reunión con el gobernador. Nos pareció interesante el proyecto, empezamos a estudiarlo y llegamos a la conclusión del potencial que tenía el complejo agroindustrial”, comenzó diciendo Leal ante los legisladores a modo de presentación”.

Fue extensa la exposición del ejecutivo de Omega, aunque sus explicaciones no convencieron al justicialismo. Desde la oposición surgieron cuestionamientos y diversas dudas tras las explicaciones del CEO colombiano. “Nos vamos con más dudas que certezas”, se escuchó decir a más de un legislador justicialista. Y el escepticismo tenía su razón de ser. Es que el inversor puso énfasis todo el tiempo en la necesidad de reducir el personal y llevar su actual staff de trabajadores de 1080 a 600.

También la queja de la oposición se disparó hacia el monto que pondrá el grupo inversor para hacerse del ingenio. Aquí la crítica se centró en la condiciones de la operación, porque Omega sólo compraría los activos de La Esperanza, es decir la planta propiamente dicha y 70 mil hectáreas de tierra, por la suma de 26 millones de dólares. Un monto que al justicialismo le pareció irrisorio y un verdadero remate.

Otro punto observado por el justicialismo fue la inexistente carta de presentación del inversor y la ausencia de un plan de obras, ya que solo se limitó a decir que plantean un proyecto agroindustrial para producir etanol, papel, producción de etanol de maíz, de energía solar y una segunda planta de maíz y que en 4 ó 5 años se proyecta contar con una fuente laboral para 2500 personas aproximadamente.

La diputada Alejandra Cejas cuestionó la escasa información suministrada por el representante de Omega. “No se sabe si es verdaderamente un grupo inversor, o si actúan como facilitadores o si representan a algún grupo administrador. Esto se desprende de los planteos financieros realizados por el ejecutivo, que habló sobre las posibles inversiones que realizarían entidades bancarias del extranjero para sostener el proyecto”.

Para la legisladora, el grupo inversor se parece mucho a los denominados capitales buitre que compran empresas desguasadas por un porcentaje mínimo de su valor real, para de esa manera hacer sus negocios y sacarle la máxima rentabilidad a su inversión. “Omega viene a comprar los activos, o sea que si esto sale mal no solo la provincia deberá abocarse a la quiebra del ingenio que está en curso, sino que además deberá atender los reclamos que pudiera realizar en el futuro el grupo inversor”, finalizó.