Con la imagen fija de la entrada al Hospital Posadas y una música de fondo que intenta imponer en la mente un tono misterioso, el video subido a YouTube comienza con la voz pausada de un hombre que dice: “El presente es un audio recibido por WhatsApp en la Argentina. La idea de este video no es alarmar a nadie, sino difundir todas las posibilidades, ya que no nos es ajeno el hecho de que los medios de comunicación muchas veces nos ocultan información. Es una realidad que vivimos a diario. Queda en cada uno si lo cree o no. Pero ante el desconcierto lo mejor es dejar la puerta abierta a la duda, sin alarmarse”.
Lo que sigue a continuación es ese audio, que dura cinco minutos: una mujer afirma entre lágrimas que en tres pisos del hospital ubicado en El Palomar se ocultaba a la sociedad una tienda de campaña contra el coronavirus, sin la atención de los médicos habituales y con la connivencia del Estado.
La noticia, claro, no era cierta. Una fake news más en tiempos de cuarentena.
En las últimas horas, agentes de la División Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía Federal detuvieron al hombre acusado de circular el video por Internet por el delito de intimidación pública, con un expediente a cargo del Juzgado Federal N° 3 de Morón de Néstor Barral.
Según supo un prestigioso medio, de fuentes cercanas a la causa, el acusado se llama Santiago Aciar. Fue arrestado en su domicilio de Balvanera, en la calle Hipólito Yrigoyen al 2900. En el allanamiento al lugar encontraron la notebook desde donde el video se subió a un canal de YouTube, con el título “Enfermedad por el nuevo coronavirus (COVID-19)”.
El video ya fue eliminado de la red. En él una mujer le contaba a otra que en el Hospital Posadas “hay tres pisos llenos de coronavirus, y no lo quieren decir a nadie porque es un hospital nacional y lo maneja el Gobierno”.
“Fui al cuarto piso, viste que evangelizo a los chicos del cuarto y séptimo piso, que son los que tiene HIV, y me encuentro con que no hay nadie, toda gente nueva. Pregunto qué pasó acá y me dicen que raje para los pisos de abajo. A los chicos los fueron desparramando en distintos hospitales donde no tienen tanta infección y otros en otras áreas. Salí llorando, pero lo peor es lo que me enteré en la reunión: que hay cualquier cantidad, que es una pandemia ya y la gente no sabe nada. Nosotros que somos de la Iglesia tenemos que difundir esto. Que la gente se vuelque a Dios”, dice después.
La mujer asegura entre otras cosas, y sin sustento científico, que "los barbijos no hacen efecto”, que "el virus te dura ocho horas encima”, que "el alcohol en gel no hace nada”. El audio lo cierra con un pedido para transmitir su mensaje: “Yo no voy a poder ir a la reunión porque vine mal, pero haceles escuchar mi audio a todos porque nadie dice nada, lo vi con mis ojos. Voy a orar”.
Fuentes de la investigación, en la que intervino el fiscal Santiago Marquevich, pusieron el foco en las consecuencias de las fake news y señalaron que “esta falsa circulación de información generó alerta y temor en la sociedad, también perjuicios para el hospital, ya que dejó de recibir donaciones de elementos o de sangre, entre otras consecuencias, por miedo de la población a ser contagiados por el COVID-19”, según una fuente del caso.
Aciar está ahora detenido, a disposición del juez Barral.
Esta causa no es la primera por intimidación pública que se registra desde que comenzó a regir el aislamiento social y obligatorio dictaminado por el gobierno nacional, el 20 de marzo pasado. Dos semanas atrás, la Justicia de Chaco imputó a un hombre por alertar sobre una falsa fuga de presos de una cárcel de Resistencia.
Rubén Escobar, vecino de la capital chaqueña que se dedica a la luthería, fue quien difundió esa información errónea. Lo hizo tras enterarse de que internos de la Unidad Penitenciaria Nº 7 habían intentado amotinarse con una peligrosa quema de colchones.
Fuentes del caso contaron a Infobae que los agentes penitenciarios controlaron rápidamente la protesta. Sin embargo, hasta ese punto la noticia de los disturbios ya había circulado entre habitantes de Resistencia y había llegado a oídos de Escobar.
Al enterarse de lo que estaba pasando, el hombre tomó su teléfono celular y grabó un video que subió a los estados de WhatsApp: “Se escaparon 30 presos de la Unidad Nº 7, así que cierren todo, tengan cuidado. Porque van a entrar por donde sea. Tengan cuidado”, alarmó. El video se viralizó en poco tiempo.
Tras ser notificado por la Policía, Escobar reconoció que se había equivocado: "Hola, yo soy quien hice el video. Me comentaron allegados que había sucedido y creí conveniente alertar a mis amigos de una posible fuga de internos de la Unidad Penal Nº 7 de aquí de Resistencia, Chaco. Pero al notificarme que no era verdad, hice la declaración correspondiente en mi estado de WhatsApp, del cual evidentemente personas malintencionadas descargaron el video y lo compartieron por otras redes. Sin otro particular, saludos cordiales. Viva la Patria”, escribió en Facebook.
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