El Director Provincial de Sanidad, Carlos Ripoll, explicó que “al inicio, se da una etapa de incubación donde las personas no tienen síntomas, luego presentan fiebre intensa, cefalea, dolor muscular y de articulaciones, también escalofrío y pérdida de apetito. En la etapa de remisión, la persona siente una mejoría, que si persiste significa que la enfermedad terminó. Por el contrario, si vuelve la fiebre, el individuo se adentra en la etapa de toxemia donde aparecen hemorragias, vómito de color negro y piel de coloración amarillenta”.

El término “amarilla” alude a la ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos) que presentan algunos pacientes. El virus de la enfermedad ataca al hígado, provoca trastornos renales, deterioro de órganos vitales, pudiendo derivar en una falla multiorgánica, que provoca la muerte.

Por otra parte, el especialista detalló que “si una persona es infectada por el virus, se traslada hacia otro lugar y lo pica, por ejemplo, el mosquito Aedes Aegypti (común en nuestro país) puede comenzar un brote, ya que cambia el transmisor de la enfermedad por eso recomendamos que las personas se vacunen, diez días previos al viaje, indistintamente de la zona que elija para vacacionar en Brasil”.

Ripoll añadió que, al colocarse la vacuna contra la fiebre amarilla, “una persona evita el periodo virémico (cuando el mosquito pica a la persona, se infecta y puede transmitirlo a otro ser humano) debido a la creación de anticuerpos que no permite la reproducción del virus en sangre en el caso de ser picado, por eso es fundamental la vacunación”.

“En Jujuy no tenemos casos actualmente, hubo brotes de fiebre amarilla en el siglo XIX, a principios del siglo XX y, aproximadamente, hasta 1915. Después, fue erradicado de nuestro país, aunque existieron alertas en 2007 en el NEA a partir de epidemias que se dieron en monos en la frontera con Brasil”, concluyó.


Casos en San Pablo, Brasil

Como cierre el director de Sanidad se refirió a la situación de Brasil puntualizando que “el pico del brote fue en 2017, fundamentalmente, en Minas Gerais y en algunas zonas aledañas. Ahora, se declaró a la ciudad de San Pablo como zona de emergencia debido a que este año se incrementó el registro de casos de fiebre amarilla. Por su parte, existe otra alerta sobre la ciudad de Rio de Janeiro, la cual se encuentra en una situación similar”.