El Festival Internacional de Cine de las Alturas presenta entre sus propuestas una sección de nuevas tecnologías, en la que, en su apertura, combinó la tradición del carnaval con la tecnología 3D y una experiencia inmersiva musical con sikuris.
Todo sucede en la Plaza España, frente a la Gobernación local, en una actividad que estará abierta al público de forma gratuita hasta la finalización del certamen, el domingo 11, en San Salvador de Jujuy, con la puesta de una carpa con hologramas y un dom (domo) musicalizado en vivo, flanqueados por una pantalla gigante, al aire libre, que proyectará películas y tendrá bandas.
"Nosotras somos cineastas, pero nos interesa mucho la tecnología; éstas eran dos áreas que queríamos vincular. ¿Por qué no hacer ese puente y comunicar un carnaval tecnológico? Hay una brecha generacional, respecto a la tecnología y queríamos mostrarle al mundo esta recreación del carnaval", dijo a Télam Silvina Feraud, una de las creadoras de la experiencia.
La tarde comienza con Kullakas Warmy, un grupo de mujeres con sikus, quenas, cajas y bombos saliendo de una carpa, que guarda imágenes en tres dimensiones junto a la gigantografía de una foto de la artista local Carolina Franco. Tanto la foto como los hologramas son referencias directas al carnaval jujeño.
A puro ritmo, vientos y cantos, la banda cruza la plaza bailando y, lento pero sin pausa, ingresa al dom. El público que venía filmando la danza y la caminata secunda al grupo musical y en la oscuridad de esta carpa semicircular, se acomodan, los que pueden, en unos almohadones que circundan a las músicas.
"Como jujeña -agrega la cocreadora, Gisela Villanueva- siempre me marcó el carnaval. En pandemia, que no se hiciera, fue algo impensado. Y pensamos en cómo hacer que siga sucediendo. Todo es jujeño, salvo algunos desarrolladores y una diseñadora, que es de Tucumán.".
Una vez dentro del dom, las pocas luces encendidas se apagan, para dar comienzo a una experiencia inmersiva. Sobre la tela del techo se dibujan plantas y del cielo caen pétalos. Las sikuri retoman sus bailes y música y en las imágenes aéreas los diablos emergen de la tierra, mientras charangos, cajas y otros instrumentos giran sobre ellos.
"El full dome es una de las tres partes. Con la música en vivo muestra algo bien local del carnaval y, sobre ello, contar con narrativa el desentierro del diablo para divertirnos durante unos días, para volver a ser enterrado al final del carnaval. Cada vez que nos presentamos, recibimos mucha información del público, y eso hace que vayamos mejorando y enfocándonos en lo genuino de esta celebración", explicó Ferraud.
La experiencia dura unos 15 minutos. Luego, la treintena de personas se retira para que otro grupo ingrese. Hay mucha expectativa por lo que se puede vivenciar dentro de la carpa y no es para menos: las sikuri tienen una potencia que se magnifica en la oscuridad del dom. No es algo que pueda pasar desapercibido una vez que se regresa al aire libre de la Plaza España.
"Empezamos el proyecto -acotó Villanueva- investigando lo que es la realización holográfica y a partir de ahí nos propusimos que vaya teniendo actualizaciones con las tecnologías que van apareciendo. Con un premio del Fondo Nacional de las Artes, pudimos desarrollar el juego en 'real' y ahí empezamos a generar las imágenes en Realidad Aumentada. Y ahora estrenamos el domo. En cada presentación se va a actualizando. Ahora estamos trabajando en lo que es el NFT para la próxima presentación".
"El Desentierro" es un proyecto que se encuentra en desarrollo y que en 2023 comenzará su raid internacional, con una primera escala en enero en la feria de tecnología de Paraguay y otra en marzo en Virtuality París, en Francia. Para ambos eventos, Feraud y Villanueva se encuentran en búsqueda de fondos parar poder viajar con Kullakas Warmy.
"El trabajo con las sikuris fue hermoso. Incluso ellas compusieron la canción del juego del desentierro. En cuanto a la música ancestral y su vínculo con la tecnología, podemos decir que ambos lugares se nutrieron. Las sikuri empezaron a entender el juego de dónde iba a estar su música y la gente de realidad aumentada, escuchándolas a ellas, hizo que esto se enriquezca", dijo Villanueva.
"Trabajamos -acotó Feraud- para unir los dos mundos. Estamos hechos de cultura, por más que uno esté detrás de una computadora mirando un código. La unión no es tan difícil. Además, ellas están muy orgullosas porque los sikuri son originalmente hombres y ellas ahora están haciendo su camino para expresarse".
Con su casa productora Mataka Films, Feraud y Villanueva estuvieron en junio en el Festival de Cine de Guadalajara con el proyecto en desarrollo "El arranque", de Federico Jacobi, con la cual ganaron dos premios y concretaron dos coproducciones con México. Además, el año que viene filmarán en las Yungas, la ópera prima de Villanueva y en esta edición del festival, un guion coescrito por ambas se encuentra en una clínica de desarrollo.
"Somos guionistas, directores y productoras, por eso nos alberga este festival", insistió Feraud, sumergida entre hologramas 3D que prometen convertirse en gigantografías en futuras muestras.
Fuente: Télam
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