La historia marcará que los dos últimos partidos oficiales de Pablo Aimar correspondieron a la Copa Argentina. El contexto fue distinto, ya que el primero (River Plate 2 - Liniers de Bahía Blanca 0, por los 32avos de la temporada 2014-2015) marcó el único encuentro en su intento de regresar al Millonario y el segundo, dos años y medio después, una despedida acorde a un futbolista de su talento y trayectoria. El enganche de 38 años decidió retornar para colaborar con Estudiantes de Río Cuarto, su ciudad de origen, e intentar que la institución logre por primera vez clasificar a la Fase Final. Si bien el objetivo no se cumplió, los hinchas que se acercaron al estadio Antonio Candini disfrutaron de un espectáculo inolvidable.

Ausente en la derrota por 2-1 del encuentro de ida de la Primera Fase eliminatoria A, Aimar se ubicó como enganche en el 4-3-1-2 propuesto por Marcelo Vázquez. El aliciente de compartir cancha con su hermano Andrés (se ubicó como volante por derecha) fue otro dato destacado en una noche que contó con la presencia de Marcelo Bielsa. A los nueve minutos, eludió a su marcador y probó con un remate combado que exigió una respuesta atenta de Federico Cosentino, quien sería fundamental en la clasificación de Sportivo Belgrano al taparle un penal a Juan Reynoso. Sin embargo, el momento de mayor emoción se produjo a los cinco minutos del segundo tiempo, cuando el actual entrenador del seleccionado Sub-17 recibió una ovación al ser reemplazado por Bruno Sepúlveda.

Después de superar la resistencia de Estudiantes de Río Cuarto, Sportivo Belgrano buscará retornar al cuadro principal cuando se mida con Unión de Sunchales. El Bicho Verde se tomó revancha de la estrepitosa caída en la serie de la temporada pasada contra Sportivo Las Parejas y le devolvió el golpe al vencerlo por 5-1 en el marcador global. Nicolás Vitarelli Góngora marcó el único tanto del triunfo como local del representante santafesino en el encuentro de vuelta disputado en el estadio La Fortaleza.