Rosario Central venció a Newell´s Old Boys por 1 a 0, de local, con un golazo de tiro libre del desgarrado enganche Ignacio Malcorra, a los 40 minutos del complemento, quien ingresó a los nueve minutos de esa etapa, en un clásico rosarino emocionante, jugado por la séptima fecha de la Copa de la Liga, ante más de 45 mil hinchas "canallas".
Central y Newell's jugaron un pobre primer tiempo, muy peleado y con poco juego, al extremo que hubo apenas un remate franco para cada uno: a los 12 minutos Agustín Toledo recibió de frente en rechazo de cabeza de Méndez, la paró fuera del área y sacó una volea de derecha que bajó cerca del travesaño.
Y a los 42 minutos Cristian Ferreira recibió un rebote por el medio del área y remató de derecha, pero su disparo pasó muy cerca del poste derecho, ante el vuelo de Broun.
Newell's dejó una mejor imagen en la etapa inicial porque controló mejor la pelota y atacó por los costados, en especial con Sordo por la izquierda y Méndez y Aguirre por la derecha.
Central sufrió la ausencia del lesionado Malcorra y le faltó juego, al extremo que en ese primer acto casi no atacó por la izquierda con el tándem Alan Rodríguez y Campaz.
El partido resultó tan trabado que una de las pocas emociones llegó a los 25 minutos cuando Broun salió mal con el pie desde su arco y la pelota le rebotó a Brian Aguirre, quien lo presionó, y salió desviada.
El clásico también se jugó en las tribunas, como cuando el juez Falcón Pérez lo paró y ordenó a un grupo de hinchas que se bajaran de una estructura en lo alto de la popular de Regatas y luego los hinchas celebraron cuando un grupo de plateístas bajó un dron con una bandera "rojinegra" en la popular del río Paraná.
El clásico rosarino también se "picó" a los 47 minutos cuando Vangioni recibió el golpe de un rollito de papel antes de hacer un lateral, seguido por un tumulto que el juez resolvió con una amonestación al jugador agredido y a Kevin Ortiz, por empujarse.
Falcón Pérez acertó con las amonestaciones a Lovera, Toleo y Ferreira, pero le perdonó la amarilla a Méndez.
El complemento repitió en parte el desarrollo del primer tiempo porque Newell's salió mejor parado y controló bien la pelota, pero Central, que no tenía el balón, avisó a los ocho minutos con un desborde y centro de Campaz desde la izquierda, que Guillermo Ortiz rechazó de cabeza hacia el medio y que Lovera, solo frente al arco, remató a la tribuna.
El técnico de Central, Miguel Ángel Russo, empezó a ganar el clásico con los ingresos de Malcorra, quien estuvo en el banco por un desgarro, y de Martínez Dupuy, justamente los jugadores que participaron de la jugada del gol que definió el duelo.
A los 36 minutos O´Connor la metió larga al pique del delantero mexicano Luca Martínez Dupuy, quien fue derribado por Velázquez cuando se iba solo hacia el arco, en una jugada en la que el juez sólo lo amonestó en vez de expulsarlo por coartar una situación manifiesta de gol.
Luego de la enésima trifulca verbal y física por la falta de expulsión de Velázquez, a los 40 minutos Malcorra se paró de costado al arco, le pegó de zurda y la pelota pasó la barrera y entró a media altura, junto al poste izquierdo, en el golazo que definió el clásico y que desató la primera explosión del Gigante de Arroyito.
"Cuando dirigía otro equipo, una vez puse a un jugador desgarrado, en un partido por la Copa, en Paraguay, y además hizo un gol a los 70 minutos. Y para los que a lo mejor no lo saben, ese jugado era Juan Román Riquelme", sorprendió Russo esta semana, en una declaración que hoy pareció premonitoria.
Así, con dos jugadores desgarrados como el zaguero uruguayo Facundo Mallo, que finalmente jugó todo el partido, y el sempiterno Ignacio Malcorra, que definió el pleito con un gol de antología, este increíble Central de Miguel Angel Russo volvió a quedarse con el clásico rosarino, donde el entrenador jugó once, con seis victorias y cinco empates, y además los "canallas" atesoran una diferencia de 17 victorias en el historial.
Fuente: Télam
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