River volvió a sufrir otra mala primera etapa, pero se recuperó justo a tiempo, mejoró con los cambios y se llevó un difícil triunfo 2-0 sobre San Martín de San Juan, que fue un rival aspero mientras el duelo estuvo parejo, pero se diluyó cuando quedó en desventaja.

Como en todos los partidos cuando salió del Monumental desde que arrancó este torneo, River fue un equipo sin ideas, sin creación de juego y sin peso en ataque.
Así pasaban los minutos sin inquietar al fondo sanjuanino, que le ganaba en intensidad y en todas las pelotas divididas. En el primer tiempo River NO pateo al arco.
Por eso, en un trámite trabado, sin volumen de juego y sin jugadas bien hilvanadas, fue San Martín el que se sintió más cómodo, como si el plan pensado por Antuña 
se ajustaba más que lo ideado por Gallardo.

Pero más allá de ese ligero predominio, el conjunto sanjuanino tampoco tuvo tantas ocasiones, más allá de una media vuelta de Fernández que Armani logra sacar por encima del travesaño.

Molesto con el rendimiento del equipo en el primer tiempo,  Marcelo Gallardo movió piezas: afuera Colidio y Tapia, adentro Driussi y Borja. 
Y apenas pasaron 30 segundos cuando el colombiano casi abre el marcador tras un centro del Pity Martínez. 
Y con los mismos nombres llegó la apertura del marcador. El ex Huracán habilito a Borja con pase exquisito, el colombiano le ganó a Cáseres y definió con un toque justo ante la salida de Borgogno.

El gol fue impacto psicológico muy fuerte para el encuentro, ya que River se tranquilizó y se soltó
Por el contrario, San Martín sintió que había hecho todo el desgaste en la primera parte y no tenían ningún premio. 
Para colmo, los visitantes volvieron a golpear rápido para definir el encuentro. 
De un centro desde la derecha de Meza, el rechazo le quedó a Montiel, que cedió al medio para que Mastantuono definiera con gran categoría arbiendo el pie izquierdo para aumentar la diferencia. 
Allí se terminó el partido, porque River se conformó con lo logrado y San Martín tiro la toalla.