No habrá Superclásico por segunda edición consecutiva, pero sí se repetirá la presencia de Boca en las Semifinales de la Copa Argentina. El Xeneize debió exprimir al máximo su esfuerzo para lograr la clasificación en la contienda ante Quilmes, único representante del Ascenso que se mantenía en carrera. Darío Benedetto (octavo tanto en la historia de la competencia), Gonzalo Morales y Luca Langoni sentenciaron los goles del triunfo por 3-2 en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza. El resultado le permitirá cruzarse con Patronato, verdugo del Millonario en la presente instancia, y reeditar el enfrentamiento correspondiente a la temporada pasada: lo eliminó por penales en Cuartos de Final.
Al igual que había ocurrido en La Rioja, Mendoza disfrutó de un comienzo realmente intenso y entretenido. Con su habitual esquema de 4-4-2 y el objetivo de capitalizar los espacios en terreno rival, Quilmes sorprendió cuando solamente se habían disputado cuatro minutos. Julián Bonetto recibió ubicado en la punta izquierda y sacó un remate furibundo que impidió cualquier atisbo de respuesta por parte de Javier García. La reacción de Boca sería inmediata. Tiro de esquina ejecutado por Oscar Romero, peinada de Cristian Medina y definición con categoría por parte de Darío Benedetto: pecho y volea para restaurar la paridad. Lejos de amedrentarse por la igualdad inmediata, el Cervecero estuvo próximo a recuperar el dominio mediante una nueva aparición de Bonetto. Luego de una floja salida de Facundo Roncaglia, el volante ofensivo cruzó un remate que salió al lado del palo de la valla defendida por Javier García.
El despliegue de Medina, ubicado como interior derecho del 4-3-1-2 utilizado por Hugo Ibarra, fue una vía fundamental de gestación de ataques de Boca. El Xeneize avisó con un zurdazo desviado de Romero y también contó con su chance Gonzalo Morales, debutante en la Copa Argentina y compañero de Benedetto en el ataque. El delantero recibió de un Esteban Rolón que había protagonizado una acción brillante (barrida para evitar el contraataque de Bonetto y pase preciso) pero, en el mano a mano con Esteban Glellel, no logró darle el destino deseado al remate que partió de su botín diestro. Cuando logró escaparse del asedio del club de La Ribera, Quilmes volvió a ser incisivo en sus acciones ofensivas y exigió una intervención brillante de García, que mandó al tiro de esquina un cabezazo de Federico González, referente de área del conjunto dirigido por Walter Gastón Coyette, entrenador que buscaba su primera victoria en los 90 minutos por la competencia.
Un remate de Kevin López significó el siguiente intento de un Quilmes que parecía dispuesto a retomar el comando del resultado. Sin embargo, una combinación entre jugadores surgidos en las inferiores de Boca le permitiría consumar el segundo gol. Agustín Sández desbordó a Rafael Barrios y lanzó un centro rasante que fue conectado por Morales para desatar la euforia en una de las cabeceras del estadio. La emoción brotó de los ojos del punta de apenas 19 años, máximo anotador en la Reserva que se había ganado el lugar como titular en el cruce de Cuartos de Final. Dos tapadas de García ante Iván Colman y Axel Batista le permitieron al Xeneize sostener la ventaja en la previa a la conclusión de una etapa inicial que perdurará en las retinas por la cantidad de ocasiones generadas por ambos equipos.
La experiencia auspiciosa de los juveniles llevó a Ibarra a introducir a Nahuel Genez en el entretiempo. Ingresó como sustituto de Sández, suplantado por una contractura en el glúteo derecho. ¿Cuál fue el motivo por el cual el entrenador había apostado por una defensa novedosa? Las numerosas ausencias, ya que Luis Advíncula y Carlos Zambrano fueron convocados por Perú, Frank Fabra viajó con Colombia, y Marcos Rojo se recupera de una sobrecarga muscular. La siguiente modificación impuesta por el director técnico en el desarrollo del complemento sería determinante ya que, en una continuidad de apariciones productivas, Langoni tocó la pelota a la red cuatro minutos después de su entrada al campo de juego. El reemplazante de Benedetto aprovechó un desborde preciso de Morales, que había sido habilitado por Medina, determinante al limpiar la acción en su inicio.
Quilmes exhibió la resiliencia necesaria para reponerse del tercer tanto y, en una acción gestada por dos futbolistas ingresados, alcanzó el descuento. El gran centro de Matías Ruiz Díaz encontró un anticipo correspondiente por parte de Mariano Pavone, que superó en la carrera a Gabriel Aranda y vulneró la resistencia de García. De todas maneras, Boca recuperó el control de las acciones luego del tanto, explotó los espacios en campo rival para generar opciones de riesgo (Matías Cortave salvó en la línea un remate de Morales, que posteriormente estrelló un zurdazo en el palo) e intentó resguardarse mediante la tenencia de pelota con el objetivo de evitar nuevas incursiones del Cervecero. Asegurado el triunfo, prolongó a doce presentaciones su invicto vigente en la Copa Argentina y quedó a dos pasos de defender la corona.
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