Los sistemas de alerta temprana informaron la crecida una semana atrás, pero el gobierno provincial de Gustavo Sáenz llegó tarde para asistir a la población. Sáenz voló esta semana a Capital Federal para respaldar al gobierno nacional, sin antes visitar a las comunidades afectadas

Mientras en Bahía Blanca el agua baja y la ciudad se reconstruye a fuerza de solidaridad y una reacción estatal posterior a la catástrofe, en el extremo norte de la provincia de Salta, frontera con Bolivia y Paraguay, alrededor de 15 mil personas permanecen incomunicadas por la mayor inundación registrada desde el 2018, debido a la crecida del río Pilcomayo. La situación es crítica en los puestos y parajes de Santa Victoria Este y Misión La Paz.

Sin embargo, desde la localidad de Hito 1, donde comienza el suelo salteño en la frontera con la localidad de D´Orbigny (Bolivia), y hasta Las Vertientes, ya en la frontera con Formosa, todos los puestos, misiones y parajes ubicados a lo largo de más de 100 kilómetros están aislados, rodeados de agua, con una cantidad indeterminada de evacuados, sin nada para comer, sin leña, sin lavandina, sin agua, con animales muertos y con las pocas cosas materiales afectadas por el agua.

La población afectada es, en su gran mayoría, indígena de los pueblos Wichí, Qom y Toba, los criollos que viven en esas localidades son, muchos de ellos, trabajadores estatales que están de forma temporaria. El responsable del Sistema de Alerta Temprana del Pilcomayo, Juan María de la Cruz, confirmó que se trata de la mayor crecida del río desde 2018 y hasta este martes el río se mantenía en su pico máximo.

Por su parte, el gobernador Gustavo Saénz se tomó un vuelo esa misma tarde para llegar a la Casa Rosada y mostrar respaldo al gobierno nacional un día antes de la votación del DNU que habilita un nuevo acuerdo con el FMI, a cambio de obras públicas, entre ellas, mencionó obras para la Ruta 54 , que quedó anegada, y aisló a la localidad de Misión La Paz. "Esto le lleva tranquilidad a los salteños", dijo Sáenz y agradeció al ministro de Economía, Luis Caputo, sin hacer mención a la situación que vive la provincia. Las obras habían sido conveniadas en junio del año pasado, cuando el gobierno salteño respaldó la Ley Bases y saltó a las filas del oficialismo.

En Misión La Paz, ciudad fronteriza con Pozo Hondo (Paraguay) el registro del martes llegó a los 7,05 metros, a las 9, según informe de EVARSA, empres que coordina la Red Hidrometeorológica Nacional, y cuenta con una estación automática en la localidad. "Crece", dijo el informe. En esa estación, cuando el río alcanza los 6,5 metros, provoca desastres. Por eso, el impactó del registro de los 9 metros se conocerá en unos días, cuando el agua se vaya y exponga el desastre.

En esa localidad salteña, sólo los maestros, sanitaristas y estatales son criollos, mientras que la población estable es indígena. Por supuesto que, para la inundación, sólo quedaron indios. Los gendarmes, los empleados de Aduana y algunos maestros escaparon de la inundación por los días que se vienen en aislamiento, sin comida y sin agua. En todo el territorio indígena de Santa Victoria Este, unos 25 kilómetros al noroeste, están en las mismas condiciones.

Radiografía de las inundaciones en Salta

El Pilcomayo es considerado uno de los ríos con mayor cantidad de transporte de sedimentos en el mundo, con una tasa media anual de 125 millones de toneladas. Su cuenca alta comienza en la histórica ciudad boliviana de Potosí, con nacientes a 5500 metros sobe el nivel del mar (msnm), pendiente que cambia abruptamente cuando ingresa al Gran Chaco Americano con 250 msnm en Misión La Paz. Todo ese cauce y esos sedimentos se vuelcan en la llanura chaqueño como cuando se tira agua en la mesa.

Tras la inundación de 2018, la gobernación salteña, durante el primer mandato de Sáenz, decidió armar anillos de contención que cubren las urbanizaciones en el monte chaqueño. Se trata de barreras de unos 3 metros de alto, algunas de más altura, que forman defensas con rodean los caseríos. El anillo de Hito 1 y D´Orbigny es compartido con Bolivia. La obra fue hecha con fondos salteños y del Departamento de Tarija.

El viernes pasado cedió el anillo en la ciudad boliviana y comenzó el martirio para el suelo salteño. Las localidades de La Puntana y Monte Carmelo fueron las más afectadas y hasta esta semana siguen rodeados de agua, aislados, incomunicados. Un camión de Gendarmería intentó llegar a Monte Carmelo, pero esa tarea no la pudieron cumplir, el camión se quedó en los caminos inundados.

Misión La Merced y Misión San Luis continuaron el fin de semana con las inundaciones y recién esta semana se activó el Comité de Emergencia de Salta, en la capital provincial no en los parajes. Tardaron en llegar, pero al fin el ministro de Desarrollo Social salteño, Mario Mimessi, anunció su ingreso a Santa Victoria con 300 bolsones de alimentos. Sólo en Misión La Paz viven más de mil familias tobas y wichi.

Se dice que fue lento el accionar del Gobierno de Salta porque esta situación ya venía siendo advertida por el Sistema de Alerta Temprana del Pilcomayo desde antes del fin de semana y por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Bolivia (Senamhi) con un alerta hidrológico, desde el 10 de marzo, por lluvias intensas en toda la cuenca alta.

Llegaron tarde. Aún la asistencia del Estado provincial no puede llegar a Misión La Paz que está incomunicada desde el viernes por el corte de la ruta provincial 54 a la altura de las misiones La Gracia y La Estrella.

"Sáenz tiene que venir porque estamos sin luz, sin comunicación, sin medicinas y sin alimentos"

Los anillos cedieron y el agua se llevó hasta el terraplén de la ruta. Quedó todo el sur del territorio aislado. Cientos de familias sacaron lo poco que tienen a la porción del terraplén que sobrevive de la ruta. Las escuelas quedaron inundadas, los armarios flotan al igual que los pupitres.

Ahora, en un territorio golpeado por una crisis alimentaria de años, que no funcionen las escuelas es una tragedia, porque no funcionan los comedores. De hecho la Provincia extiende en las vacaciones los comedores escolares porque es muy sensible debido a los altos índices de indigencia y hambre en la zona.

Unos 200 trabajadores estatales llegaron desde Salta capital a trabajar e instalaron el campamento central en El Rosado. Sin embargo, el territorio es muy grande como para llegar a todos lados; se debería haber llegado antes. Desarrollo Social informó que se mantiene en poco más de 500 el número de personas evacuadas en los espacios dispuestos en el paraje La Curvita Nueva, pero sólo es cuestión de recorrer los territorios para saber que los autoevacuados son miles, que se necesita agua en una zona golpeada por las muertes por diarreas, que urge el alimento ya preparado porque no hay leña seca.

Parajes como Santa María, Misión Anglicana, Alta Gracia, Pozo La China, Pinpin, Pozo El Toro, San Miguel, Las Vertientes, Las Vertientes Chica, San Bernardo, Agua Verde, Larguero, Campo Largo, más los puestos criollos de Monteagudo, Los Palavecinos,  La Soledad, Rancho El Ñato, también están incomunicados por la crecida. En las próximas horas podría quedar aislado Alto de La Sierra, una gran urbanización de más 1200 familias casi al límite con Formosa.

Se espera que la tendencia del Pilcomayo cambie a "bajante", pero todos saben que el agua se quedará por al menos 15 días, hasta entrado abril. En todo ese tiempo no habrá comida. No quieren que el gobierno provincial vuelva a llegar tarde. Nadie espera ayuda alguna de Nación.

Fuente: Agencia Tierra Viva