En una jornada negra para los mercados mundiales por el efecto del coronavirus, los precios de la soja registraron fuertes bajas en el mercado internacional de Chicago. Así se ubica en los valores más bajos de los últimos seis meses.
Los analistas del mercado explicaron que luego que la Organización Mundial de la Salud anunciara ayer que el coronavirus es una pandemia, los países intensificaron todos los controles preventivos para evitar una propagación del virus.
La posición mayo de la oleaginosa, el precio que provoca mayor atención en el productor argentino porque es el momento de mayor ingreso de la cosecha nacional, cayó casi 4,7% en dólares y cerró a USD 314,16 la tonelada.
Cereales también con bajas
El trigo cayó 3,3% dólares y finalizó a USD 186,75 la tonelada y el maíz registró una baja de 3,7% a 145,57 dólares la tonelada.
La Bolsa de Comercio de Rosario publicó un informe sobre el impacto del coronavirus en la Argentina, a partir del efecto que puede tener pensando que el mercado chino es destinatario del 90% de las exportaciones de poroto de soja), el 70% de las carnes bovinas (por más de 2.000 millones de dólares) y el 22% de la carne porcina (con un valor de 3,5 millones de dólares en el 2019).
“Si a esto se suman la caída del precio del petróleo que impacta de lleno en las proyecciones de actividad en Vaca Muerta, y el amesetamiento proyectado en el crecimiento y el comercio mundial para todo 2020, se puede concluir que existe un riesgo concreto de una erosión del comercio exterior y, por consiguiente, del ingreso de divisas para este año”, concluyeron desde la Bolsa de Comercio de Rosario, sin dejar de advertir que todo llega “en un momento complicado para Argentina que está en pleno proceso de renegociación de la deuda”.
“Si bien la caída de tasas en el mundo puede de algún modo limitar el peso de la deuda, lo cierto es que bajo las circunstancias actuales los inversores tienden a preferir desprenderse de sus activos más riesgosos, entre los que lamentablemente se encuentran los bonos argentinos”, manifestaron.
Contexto local
La caída de los precios internacionales se suman otros serios problemas por los que está atravesando la producción de soja de la Argentina. Por un lado, el aumento de las retenciones que anunció la semana pasada el gobierno, pasando del 30 al 33%, y por otro lado, una seria situación climática adversa por la falta de precipitaciones, que ayer derivó en que la Bolsa de Comercio de Rosario recortó a la baja su estimación de producción en 3.500.000 toneladas, y ahora se ubica en 51 millones de toneladas.
En relación a los efectos de mayores retenciones, desde diferentes sectores de la cadena de la soja están alertando que habrá una baja de la siembra en la próxima campaña que podría superar las 800 mil hectáreas.
Esta semana, en la muestra Expoagro, los representantes de las cadenas de cultivos, alertaron que se atraviesa un contexto internacional “inestable y complejo”, y comentaron, “caracterizado por prolongados conflictos comerciales y agravado por la reciente emergencia sanitaria. Hechos que afectan negativamente a la economía global”.
Y agregaron: “Al mismo tiempo, a nivel nacional, la presión impositiva sigue creciendo y afectando a todo el sistema productivo. Los cambios de reglas y la falta de previsibilidad nos obligan a modificaciones constantes de los planes de trabajo. La variación de las retenciones impacta fuertemente sobre las cadenas agroindustriales, pero especialmente sobre los productores agropecuarios, inmersos en un escenario inestable y de precios en baja”.
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