El "tsunami blanco" vuelve a atacar. Las costas de Francia fueron invadidas por miles de paquetes cerrados de cocaína con 850 kilos cada una. Las autoridades francesas estiman que el valor estimado de la droga incautada ronda los 159 millones de dólares.

Las primeras bolsas fueron encontradas el domingo por la mañana en la playa de Réville, sobre el canal de la Mancha, en la región de Normandía. Pero, sin embargo, nuevos paquetes fueron encontrados este jueves en la playa Néville-sur-Mer a 20 kilómetros de la ciudad de Cherburgo. Así, se suma un total de 2,3 toneladas de droga incautada en menos de una semana.

El alcalde de Réville, Roger Delamare, indicó que los paquetes de cocaína "se reconocen fácilmente" porque muchos "están atados a chalecos salvavidas" y "se adhieren literalmente" a la playa.

La cantidad abrumadora de cocaína atrae a curiosos y adictos, muchos de ellos se acercan ocultando su identidad para pasar desapercibidos. Incluso algunos de ellos lo hacen vestidos de negro y con el rostro tapado aprovechando el invierno europeo. Consultados por la prensa, uno dijo "buscamos unos caracoles que llegaron ayer".

Según las autoridades francesas, los paquetes de cocaína podrían haber sido arrojados al mar ante algún control policial. También barajan la idea de que hayan caído de algún barco que las transportaba. En algunos casos las bolsas están amarradas al casco de la embarcación y pueden desengancharse por el estado del mar.

Antecedentes

No es la primera vez que se produce un episodio de estas características. El ministro francés de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, anunció en febrero de este año el hallazgo de 1900 kg de cocaína en el puerto de El Havre, al norte de Francia.

El año pasado la policía encontró 21 kg en una playa de nombre Berck, también al norte del país y ese mismo año el gobierno francés incautó 156 toneladas de drogas a un nivel "histórico" en el que un 55% de los decomisos procedían de las Antillas y de la Guayana Francesa.

A finales de 2019 se hallaron 1.600 kg de este estupefaciente en bolsas esparcidas en playas entre las localidades de San Juan de Luz y Camaret, al sur de Francia. Sin embargo, este nuevo "tsunami de cocaína" es el mayor hasta ahora.