La cifra de los recortes se obtuvieron al registrase pérdidas en Córdoba de 1,3 millones de toneladas; 700.000 toneladas en Buenos Aires; 400.000 toneladas en Santa Fe; 300.000 toneladas en Entre Ríos y 400.000 toneladas en las provincias del norte.

Con un avance del 28% de la cosecha a nivel nacional y de un 85% en lo que respecta a la soja de primera, los resultados en los rendimientos obtenidos "muestran enormes diferencias en los resultados, aunque los promedios indican un resultado promedio en torno a los 34,5 quintales por hectárea (qq/ha) en la región núcleo".

Sin embargo, el rinde promedio nacional se ubicó en 22,12 qq/ha, casi un quintal y medio por debajo de lo calculado en marzo, por lo que la estimación de producción descendió hasta los 37,03 millones de toneladas.

"Marzo no ofreció el auxilio de las lluvias a los cultivos de segunda, profundizando las pérdidas en toda la región pampeana. Aunque hubo mejores lluvias en la segunda quincena, sólo actuaron sobre el litoral argentino y en la costa bonaerense, en una pequeña franja del oeste. De esta forma la sequía siguió extendiéndose en duración e intensidad sobre la región, por lo que el 44% los cultivos se desarrollaron con las peores reservas hídricas respecto a los registros de los últimos 50 años", explicaron.

Por su parte, la estimación de producción de maíz quedó sin cambios respecto al informe previo de la entidad y se esperan 32 millones de toneladas.

Con un 23% de los trabajos de recolección concretados, el rinde promedio nacional es de 59,8 qq/ha, lo cual "está en línea con los esperado", aunque por la falta de lluvias durante marzo, desde la BCR esperan "la peor cosecha de maíces tardíos. No hay antecedentes de un hecho similar".