Ocurrió el viernes 27 de septiembre, pero el cerco mediático que existe sobre los agrovenenos en Argentina, hizo que demorara su difusión. Explotó una fábrica de agrotóxicos en el partido bonaerense de Mercedes, que provocó la muerte de una persona y un desastre ambiental que pone en riesgo la salud de los habitantes del lugar.

Según publicó Radio Gráfica, Martin Barros, productor de semillas orgánicas de la zona afectada, expresó: “Toneladas de agrotóxicos concentrados ardieron, se gasificaron y diseminaron por el aire, es un accidente a nivel Chernobyl”.

El productor relató que, en la madrugada de ese viernes, en un hecho absolutamente tapado por los medios de comunicación, alrededor de las 4.30 de la madrugada, “temblaron las paredes y piso de mi casa. Apenas amaneció se podía ver la estela inmensa de humo negro y un olor muy intenso a agrotóxico”.

La mayor preocupación gira en torno a la contaminación que podrían sufrir las napas de agua: “No sabemos ni cuándo, cuánto ni cómo se afectarán, pero va a tener repercusiones graves en la comunidad, fauna silvestre, vegetación, etc.”, sostuvo.

“Desconozco por qué de ésto se está diciendo tan poco, estamos hablando de millones de agroquímicos de altísima toxicidad en el aire”, señaló Barros.

La planta incendiada está ubicada en la ruta 42, pertenece a la firma Sigma Agro SA, de capitales desconocidos, que controla el 40% del mercado argentino de Paraquat, un herbicida altamente tóxico.

La seguridad y habilitación de empresas de este tipo, están a cargo del gobierno provincial, de María Eugenia Vidal, que hasta el momento no ha actuado en el desastre: “Es un tema que excede al Municipio, incluso creo que le queda grande a la Provincia. Luego de esta tragedia, la remediación, requiere de un esfuerzo muy grande, creo que debería intervenir directamente Nación”, expresó el productor.

“Luego de esta tragedia, la remediación, requiere de un esfuerzo muy grande, creo que debería intervenir directamente Nación”, aseguró.

Barros además informó que este jueves, tras una semana de internación, y producto de las severas quemaduras sufridas durante la explosión, murió Rubén Ponce, de 42 años: “Oficiaba de sereno, pero en realidad era un contratista de máquinas viales, intento salvar una de sus máquinas del galpón que explotó y no sobrevivió”.

Si bien desde la intendencia a cargo de Juan Ignacio Ustarroz, se está trabajando en la recuperación y prevención del medioambiente, no hubo un correcto plan de evacuación, que debió haberse implementado el mismo día del accidente, aunque sea, de manera preventiva.

La zona del incendio está ubicada a 5 km del casco urbano de Mercedes y a 3,5 km de distancia Gowdlan y Altamira, poblaciones periurbanas que podrían estar en riesgo.

La magnitud del accidente implica que se tomen medidas de urgencia para prevenir a la comunidad: “El tiempo es acuciante, cada minuto que pasa el problema se acrecienta. Ya pasaron más de 20 camiones atmosféricos especiales para residuos peligrosos, y están removiendo barro, con retroexcavadoras y camiones, para trasladar los residuos a Campana, sin embargo, nada de eso alcanza”, señaló Barros.

Para finalizar, el productor informó que se están desarrollando reuniones seguidas con el intendente y sus secretarios municipales para informar y delinear las medidas a seguir, y que la actual prioridad es establecer un “monitoreo muy riguroso de la salud de las personas que vivimos cerca de este desastre”.