“Sigue la expropiación, pero escuchamos opciones. Nuestro objetivo es rescatar la empresa, que la empresa siga funcionando”, sintetizó una alta fuente del gobierno a Ámbito, tras las más de dos horas durante las que estuvo reunido ayer el presidente Alberto Fernández con Sergio Nardelli, CEO de Vicentin, en la quinta presidencial de Olivos. Y agregó que “sigue la intervención y los directivos de la empresa lo aceptan”.

Hoy, el subinterventor Luciano Zarich ingresó a la sede administrativa de la empresa en la localidad santafesina de Avellaneda. En el lugar mantuvo una reunión con las autoridades de la agroexportadora en la que se firmó el acuerdo de traspaso.

En el mismo sentido se expresó el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, que también formó parte del encuentro. “Se ha abierto una instancia de dialogo en la que el presidente ha manifestado que está dispuesto a escuchar alternativas que sean superadoras” precisó.

En concreto, los directivos de la empresa se reunirán este viernes con el interventor Gabriel Delgado y representantes de YPF Agro. El gobernador santafecino en todo momento reitero el ánimo presidencial de “rescatar la empresa”. Asimismo, Nardelli se comprometió a que todo el personal colabore con la intervención para que la empresa siga operando.

Si bien la expropiación sigue siendo una alternativa, claramente el Gobierno está dispuesto a cambiar esta iniciativa si es que se le presenta una instancia superadora que contemple que la empresa siga en pie.

La reunión contó con la presencia además del ministro de Producción, Matías Kulfas; el ministro de Agricultura, Luis Basterra; y la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.

Antes del inicio del encuentro ya había una señal en el sentido de evaluar otras alternativas. Al ingresar al encuentro Nardelli expresó "Creo que la salida de la empresa debe venir del sector privado".

El objetivo del gobierno siempre fue “rescatar” la empresa. “La reacción negativa que tuvo la propuesta de expropiación fue porque se interpretó como una política y no, como lo es, un caso puntual” precisó una alta fuente de Gobierno. “Por esta razón es que estamos dispuestos a escuchar otras opciones que sean superadoras”.

La reunión en Olivos se produjo horas después de que el Estado concretara la intervención de la agroexportadora, por 60 días, y luego de que el subinterventor Luciano Zarich ingresara a la sede administrativa de la empresa en la localidad santafesina de Avellaneda, junto al escribano oficial Carlos Gaitán y directivos de Vicentín.

La decisión oficial provocó distintas reacciones. El Gobierno se mostró crítico contra las protestas y reclamos en Santa Fe y los cacerolazos que se dieron en la Ciudad de Buenos Aires. El ministro Basterra cuestionó a todos quienes se expresaron de ese modo, "como si fuera que defendieran los colores de un equipo de fútbol".

El sector empresario mayoritariamente criticó la medida. “La intervención y proyecto de expropiación de Vicentín SAIC por parte del Gobierno Nacional es una señal contraria a la necesidad de recrear la confianza en la Argentina”, señaló en un comunicado el Foro de Convergencia Empresarial. La entidad recuerda que ley de concursos dispone que, si no hay acuerdo con los acreedores, el juez puede abrir la posibilidad que un interesado se haga cargo de la empresa. Y concluye solicitando “al Congreso de la Nación y al Poder Judicial que, dentro del marco de acción que la Constitución Nacional prevé para cada uno de ellos, actúen para revertir esta medida sumamente negativa para el futuro de Argentina”.

Distintos referentes políticos se pronunciaron en contra de la medida, entre ellos el ex ministro Roberto Lavagna y el ex presidente Eduardo Duhalde. Ayer se sumó el Partido GEN solicitando al presidente que deje sin efecto la intervención porque fue “una decisión desprolija y apresurada que puede acarrear riesgos y daños para la comunidad, los productores y el estado”.