Cristina Fernández de Kirchner unió a todo el peronismo en el acto por el 20 aniversario de la asunción de Néstor Kirchner donde reclamó un acuerdo político para renegociar el acuerdo con el FMI. Desde La Cámpora de Máximo Kirchner al Frente Renovador de Sergio Massa, la liga de gobernadores, los intendentes, los gremios y los movimientos sociales acompañaron bajo la lluvia a la vicepresidenta en Plaza de Mayo.
La vicepresidenta no arrojó definiciones electorales de cara al cierre de listas del 24 de junio pero ubicó detrás de ella sobre el escenario a Máximo Kirchner, Eduardo "Wado" de Pedro y Sergio Massa. El titular del PJ bonaerense e hijo de la vicepresidenta acompañará al Ministro del Economía en su gira a China, viaje donde además comenzarán a cerrarse las listas de candidatos del Frente de Todos.
Massa y Máximo son los fundadores del Frente de Todos y los artífices de la reunificación del peronismo en la elección del 2019 cuando Alberto Fernández derrotó a Mauricio Macri. La indefinición de Cristina sobre la estrategia electoral en el acto de esta tarde es un silencio que retumba en Axel Kicillof. El gobernador de la provincia de Buenos Aires tiene como objetivo su reelección como mandatario provincial pero está a disposición de la estrategia final que disponga Cristina Fernández de Kirchner.
El silencio de Cristina sobre la realización de una PASO en el Frente de Todos estira las definiciones en la interna con la Casa Rosada desde dónde se impulsaría la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Pero especialmente potencia la indefinición sobre el candidato presidencial del kirchnerismo y mantiene abierto el destino electoral de Axel Kicillof así como el de "Wado" de Pedro.
El acto de Cristina demostró también que el Frente de Todos se mantiene unido aún ante un escenario de PASO. En la Plaza hubo una columna de Camino a la Victoria, la agrupación que impulsa la precandidatura de Victoria Tolosa Paz a gobernadora de la provincia de Buenos Aires. La Ministra de Desarrollo Social fue una de las 300 personalidades que la vicepresidenta invitó a los palcos.
Incluso Cristina puso en valor el gobierno de Alberto Fernández al compararlo con el de Cambiemos al asegurar que es "infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de (Mauricio) Macri". "Todos saben las diferencias que he tenido y que tengo. Dije que iba a haber crecimiento y había que cuidar que no se lo llevaran cuatro vivos y pasó que se lo están llevando cuatro vivos", subrayó al encabezar un acto en Plaza de Mayo ante una multitud que se acercó para escucharla a 20 años de la asunción presidencial de Néstor Kirchner. La ex presidenta enfatizó: "Aún con diferencias, este gobierno es infinitamente mejor lo que hubiera sido otro de Macri, no tengo dudas".
La vicepresidenta sostuvo además que el programa del FMI debe ser "dejado de lado" para elaborar un programa propio de crecimiento porque si no "va a ser imposible pagarlo" y pidió al organismo internacional que deje "de querer dirigir la política" porque "tenemos que incorporar valor y tecnología para que haya trabajo de calidad".
"Si no logramos que el programa que el FMI impone a todos sus deudores sea dejado de lado y nos permita elaborar un programa propio de crecimiento, industrialización e innovación tecnológica, va a ser imposible pagarlo, por más que digan lo que digan", afirmó la Vicepresidenta. Asimismo, pidió al FMI que "dejen de querer dirigir la política y clausurar la industrialización del país y convertirnos únicamente en proveedores de materia prima" y apuntó: "Creen que lo van a a pagar únicamente con commodities".
"Somos 46 millones, no alcanza con la materia prima, tenemos que incorporar valor y tecnología para que haya trabajo de calidad y buenos salarios, lo que el país necesita. Se puede hacer porque nosotros lo hicimos durante 12 años y medio. Gracias a los 'kukas' también recuperamos Vaca Muerta", afirmó y añadió: "No es pecado pagar buenos salarios, al contrario". Sostuvo además que el país "no puede seguir atado a una economía primarizada y los precios internacionales aunque llueva o salga el sol", por lo que propuso dar un "salto cualitativo, articular lo público y lo privado".
"Esta es la discusión que necesitamos los argentinos y no las boludeces que escuchamos todos los días por la televisión", planteó la exmandataria. En esa línea, Fernández de Kirchner señaló que cuando terminó su gobierno en 2015 "dejábamos un país mucho mejor que el que habíamos recibido" y cuando "volvimos en 2019" Argentina estaba "nuevamente endeudada en dólares".
La exmandataria señaló que el préstamo que el FMI otorgó durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) "fue político" y "política tiene que ser la solución", y citó a Néstor Kirchner cuando "decía que los muertos no pagan la deuda". En ese sentido, marcó que las "instituciones" de la República Argentina "no están para cuidar los intereses de las corporaciones" sino "los intereses de todos los argentinos" y pidió que se investigue "la deuda" y a "sus responsables".
"Hace unos días conocimos un informe de un organismo constitucional y hay algunos que se hacen los otarios y después se la pasan hablando de democracia, de republicanismo y de Constitución. Investiguemos la deuda y a sus responsables", exhortó la Vicepresidenta al recordar el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) conocido días atrás.
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