Pasó más de una semana de detención arbitraria e ilegal luego de la brutal represión del miércoles 20 contra una protesta de los trabajadores del Ingenio La Esperanza. Hace instantes, tras una semana de acampe de familiares, movilizaciones y un extendido apoyo popular, fueron liberados Sergio Juárez y Néstor Bautista, Secretario General y Adjunto del SOEA, así como Oscar Delgado, trabajador de prensa del organismo de derechos humanos CAPOMA; y el joven Roberto Molina, hijo de uno de los trabajadores del Ingenio.

Recordemos que tras la represión inusitada que sufrieron los trabajadores en una protesta contra 400 despidos y en reclamo de haberes adeudados, gobierno, jueces, fiscales y policía desataron una cacería brutal contra los obreros, arrestando a 29 personas, entre ellas 4 mujeres. El "rey" Morales anunció en conferencia de prensa la orden de captura de los dos principales dirigentes sindicales mostrando, una vez más la falacia de la "división de poderes" y la supuesta "justicia independiente".

Los trabajadores fueron trasladados de madrugada, en condiciones inhumanas, siguiendo el circuito de la dictadura, sin tener causas ni condenas y estando en condición de "demorados", bajo las órdenes del despótico Fiscal General Lello Sánchez, al Penal N° 7 de Alto Comedero.

La pelea persistente de mujeres y familiares de los obreros que hicieron una gran movilización el viernes 22 e instalaron un acampe frente al Juzgado de San Pedro, el extendido repudio popular, la solidaridad de los diputados y concejales del Frente de Izquierda, de numerosas organizaciones sociales, políticas, sindicales y de DDHH, logró que en últimas horas del domingo 24 fueran liberados 21 de los 25 detenidos.

Numerosas organizaciones y referentes de DDHH, abogados y organizaciones laboralistas, intelectuales, organizaciones sindicales, políticas, estudiantiles, denunciaron en una declaración este nuevo hecho sin precedentes, donde el gobierno de Gerardo Morales dio un nuevo salto en el accionar impune de su régimen policíaco, mostrando que su saña racista y clasista no conoce de límites a la hora de amedrentar trabajadores que se oponen a sus caprichos de patrón de hacienda.

Ahora la pelea continúa por la anulación de todas las causas armadas contra los trabajadores y contra los 400 despidos impulsados por Gerardo Morales para entregar el emblemático Ingenio a una patronal buitre.

Fuente: La Izquierda Diario