La edad promedio de las víctimas es de 28 años, teniendo en cuenta que Solange Magdalena Velázquez tenía tan sólo 9 años. 4 de los 9 casos acontecieron en el departamento de San Pedro y 3 en Alto Comedero. Los dos restantes corresponden a los departamentos de Cochinoca y Humahuaca.

El 55% de los cuerpos de mujeres fueron hallados en espacios públicos –basurales, senderos, etc.–.

Con respecto a la modalidad de asesinato, en 4 casos los femicidas utilizaron armas blancas para amenazar, herir y matar a las víctimas. 2 casos fueron por asfixia mecánica, 2 por politraumatismos y 1 por incineración.

En la totalidad de casos estuvieron involucrados 11 femicidas hasta donde se tiene conocimiento judicial. 4 de estos hombres fueron parejas o ex parejas de las víctimas y 2 tenían un vínculo paterno con las mujeres que asesinaron.

Finalmente es destacable que además de las mujeres, el patriarcado en 2017 dejó su impronta violenta en la vida de lxs hijxs de las víctimas. En total 12 niñxs y preadolescentes no sólo quedaron huérfanxs y abandonadxs por el Estado sino, además, 4 de ellxs fueron testigos del asesinato de sus madres.

Este breve resumen tiene sustento en el seguimiento de medios locales y el acercamiento a familiares y amigxs de las víctimas. Los datos presentados forman parte de una investigación doctoral que busca explorar los vínculos familiares de las jujeñas víctimas de femicidio de los últimos 10 años.

Ilustración y datos: Carina Gomez, feminista y antropóloga jujeña