Este sector genera 50.000 empleos directos y 200.000 indirectos en el Noroeste argentino, lo que lo hace el sector privado más importante de Tucumán, Salta y Jujuy, en una producción regional con alto valor agregado y tecnología de última generación.

La citada decisión atenta contra el principio de seguridad jurídica, dado que las empresas bioetanoleras y azucareras realizaron inversiones sobre la base de un escenario previsto en la Ley hasta el 2021, y en cuestión de horas ese escenario cambió por una decisión inconsulta del Ministerio de Energía.

El bajo nivel de inversión -especialmente en proyectos con valor agregado- es un problema recurrente en el Noroeste argentino, y esta decisión reforzará ese estado de cosas.

Lamentablemente, esta modificación unilateral en las condiciones de venta de bioetanol a las empresas petroleras, también supone una contradicción con el objetivo del Plan Belgrano que el gobierno sostiene desde su inicio y que supuestamente busca “saldar la deuda histórica que la Argentina tiene con las 10 provincias del norte y su gente”. La baja en el precio del bioetanol generará pérdidas millonarias al NOA, que se trasladarán a los más de 6.000 cañeros, proveedores, contratistas, trabajadores y a todas las actividades económicas relacionadas con este industria señera incluyendo a los Estados Provinciales.

La producción de bioetanol permite sustituir importaciones de combustible fósil -por lo cual tiene un impacto beneficioso en la balanza comercial de la Argentina- y genera un beneficio  ambiental por su carácter de combustible “verde” y renovable. El dialogo y el gradualismo que el gobierno mantiene como banderas para sus reformas estructurales no se han aplicado en el caso del bioetanol, el cual se ve perjudicado de  un día para el otro y sin margen para la menor adaptación al escenario impuesto. El ajuste de la economía de nuestro país no debe hacerse con un recorte brutal de ingresos para la economía regional más importante del Noroeste argentino, región que siempre fue postergada en la mesa de las decisiones y con esta medida lo sigue siendo.

No queremos que se repita la tremenda situación del año 1.966 cuando cientos de miles de trabajadores de la actividad azucarera dejaron sus provincias para engrosar el cinturón pobre de la ciudad de Buenos Aires.

Solicitamos la urgente reconsideración de esta medida y que se nos convoque a un dialogo para encontrar una solución que complete los intereses de todos los involucrados.