El uso de los tradicionales shows de fuegos artificiales durante las Fiestas es una práctica que se viene desalentando durante los últimos años a lo largo y ancho del país. La manipulación directa de la pirotecnia puede generar lesiones cutáneas, oculares y auditivas, pero también puede afectar de forma secundaria a personas que se encuentran en las cercanías.
En estas fechas, aumentan las consultas por accidentes en los ojos y el 80% se debe a lesiones producidas por el uso de la pirotecnia, mientras que el 20% restante, a accidentes por corchos. La mayoría se produce en adultos hombres y en menores de 20 años.
"En la vista, las lesiones por pirotecnia pueden ser leves, como erosiones o úlceras conjuntivales, quemaduras del párpado, o graves, como perforaciones o estallidos del globo ocular. Estas complicaciones necesitan cirugía y, en la mayoría de los casos, dejan secuelas irreversibles en la visión", explicó el médico oftalmólogo Rogelio Ribes Escudero, para quien "pueden ocurrir en la persona que enciende el explosivo, pero también en las que están alrededor debido a la expulsión de partículas que alcanzan varios metros a gran velocidad".
Según el médico de planta del servicio de oftalmología del Hospital Alemán, "la situación empeora cuando se colocan explosivos en recipientes como botellas, latas o ladrillos, ya que al estallar liberan partículas hacia todos lados".
En este sentido, las recomendaciones que brindó el especialista para disminuir las lesiones son:
– Utilizar anteojos de seguridad (para el que manipula y los espectadores), que se consiguen en cualquier ferretería.
– Respetar un perímetro de seguridad, que deberá ser mayor o menor en función de la potencia del explosivo.
– En el caso de que se produzca un accidente, acudir a un centro oftalmológico de inmediato. Sin embargo, se puede hacer una limpieza suave con agua para que arrastre restos de partículas de la superficie ocular. No comprimir el ojo hasta que el oftalmólogo descarte la existencia de una perforación ocular.
– Nunca permitir que los niños manipulen elementos de pirotecnia y, en especial, sin supervisión de un adulto.
Se sabe que el brindis es protagonista durante las festividades de diciembre, y también que el tipo de bebidas que se utilizan tienen en su interior gas a presión lo que puede transformar al corcho en un potencial proyectil.
Según explicó el especialista en retina y vítreo Juan Martín Giambruni, jefe de la sección retina y oftalmólogo de planta del Hospital Italiano, "si la botella estuvo sometida a movimientos excesivos, al destaparla, el corcho puede alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora. Esta velocidad sumada al peso y volumen del corcho generan una energía que se transmite al lugar del impacto". "Si éste es el ojo, estamos ante la presencia de lo que en oftalmología se denomina trauma ocular contuso -detalló el especialista-. Este tipo de patología puede no ocasionar ningún daño o puede ser tan devastador como para terminar en la pérdida permanente de la visión con la consecuente necesidad de extracción del ojo lastimado".
"Hasta el 25% de este tipo de accidentes pueden llegar a la pérdida visual permanente con consecuencias incluso estéticas", enfatizó Giambruni, quien enumeró algunas de las recomendaciones de la Academia Norteamericana de Oftalmología para prevenir el trauma ocular a la hora de destapar una botella:
– Evitar que el contenido líquido se congele. Cuando el líquido que está dentro de la botella se congela, ocupa un volumen mayor con el consecuente aumento de la presión. Este aumento de la presión incrementa el riesgo de que la botella estalle o que el corcho se expulse a altas velocidades espontáneamente.
– Evitar agitar y apuntar. A pesar de que parezca divertido, no agitar la botella. Hacerlo genera un aumento de presión con el consecuente riesgo de que el corcho se dispare espontáneamente e impacte a quien se está apuntando.
– Controlar el corcho. Después de retirar el precinto metálico, colocar la palma de la mano por encima del corcho para evitar que se dispare solo.
– Tapar e inclinar. Tapar el corcho y el pico entero de la botella con una servilleta e inclinar la botella 45° apuntando lejos de cualquiera de las personas presentes.
¿Qué pasa con la la audición?
El sistema auditivo también puede verse afectado por el uso de la pirotecnia, especialmente si la persona se encuentra a una distancia reducida del soporte explosivo. Si bien el oído tiene un sistema de protección natural contra los sonidos fuertes, este se activa tras 10 centésimas de segundo; mientras que la pirotecnia suele tener una duración muy corta de aproximadamente una centésima de segundo.
"La pirotecnia puede llegar a niveles elevados que se ubican entre los 150 a 175 decibeles, mientras que el sistema auditivo puede tolerar hasta 90 dB sin generar consecuencias en la audición. Para prevenir una lesión auditiva es recomendable alejarse entre 15 y 20 centímetros en el caso de los adultos, ya que cuanto más lejos esté la persona menor será el daño. En cuanto a los bebés y niños pequeños, es recomendable que se encuentren dentro de un espacio cerrado para reducir la exposición, ya que su sistema auditivo es más sensible que el de un adulto". Así lo hizo saber Agustina Leiro, fonoaudióloga y asesora de Gaes Centros Auditivos, quien recomendó que "aquellas personas que manipulen pirotecnia pueden utilizar tapones o auriculares para proteger el canal auditivo".
Al estar expuestos a la pirotecnia, las personas pueden desarrollar distintos grados de hipoacusia que, en la mayoría de los casos, puede dañar de forma irreversible el oído interno. "Sin embargo, identificar esta pérdida auditiva puede llevar tiempo por lo que hay otros signos a los que se les debe prestar atención en el caso de una urgencia", señaló Leiro, y destacó: "Un síntoma para tener en cuenta es la otorragia, que se manifiesta con un sangrado en el oído debido a un desgarro en la membrana timpánica. También si se identifica que una persona presenta alteraciones del equilibrio, está tambaleante o mareado ya sea sentado o acostado y se siente débil o con vértigo, es necesario concurrir con rapidez a una sala de urgencias para que la persona sea atendida a la brevedad".
"Otro síntoma recurrente en personas expuestas a ruidos excesivos como el de la pirotecnia son los acúfenos o tinnitus, es decir, la percepción de un sonido o zumbido en el oído que no corresponde a una fuente externa. Si bien con el transcurrir de las horas puede desaparecer o aplacarse, cuando este síntoma no se elimina, es necesario recurrir a una consulta médica para definir un tratamiento acorde", finalizó.
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Alerta pirotecnia: los cuidados a tener en cuenta para unas Fiestas sin sobresaltos
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