Mucho se dice sobre el hantavirus. Pero lo cierto es que es una enfermedad endémica en distintas regiones del país y por fuera del brote de Epuyén, la situación que se vive en el Norte o en la Provincia de Buenos Aires es similar a la de años anteriores, según fuentes sanitarias. De hecho, en el país circulan 10 cepas, que difieren en grado de mortalidad. Lo importante es no entrar en pánico, sino saber qué se debe hacer ante una emergencia. Aquí, las claves.

Diferenciar al roedor. Se propaga a través del contacto con la saliva, las heces y la orina de los ratones silvestres infectados (principalmente los colilargos). Se reconoce porque su cola mide desde 10 centímetros.

Si encuentra un ratón muerto. No llevarlo a ningún organismo y rociarlo con lavandina por al menos 30 minutos junto con todo lo que pudo haber estado en contacto con ese animal. Luego recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 cm de profundidad, con doble bolsa o quemarlo.

Consultar al médico. Si presenta fiebre alta, dolores de cabeza u osteomusculares dolor abdominal, tos y dificultad para respirar.

Prevención en zonas endémicas. Lavarse las manos con agua y jabón; ventilar los ambientes dentro de su domicilio; realizar la limpieza de su vivienda con solución de lavandina (un pocillo en un balde de agua); mantener los alrededores de la vivienda y galpones ordenados y limpios; usar lavandina para desinfectar y ventilar previamente; no menos de una hora los ambientes que permanecieron cerrados por tiempo prolongado; y realizar tareas rurales con ropa, calzado adecuado y protección respiratoria con barbijo o pañuelo. Si hay brotes, guardar reposo y no asistir a lugares públicos.