En una sesión exprés de la Cámara de Diputados que tuvo ribetes escandalosos, el Congreso aprobó este miércoles el DNU de Javier Milei por un nuevo endeudamiento a ciegas del país con el FMI. El Gobierno consiguió así un logro para los intereses del programa de ajuste libertario, en medio de una turbulencias en los mercados ante la posibilidad de una devaluación del dólar y un fuerte operativo de seguridad en los alrededores del Palacio Legislativo por otra marcha de los jubilados.

El oficialismo tuvo para blindar el DNU presidencial un apoyo clave de aliados del PRO, la UCR, parte del pichettismo y de bancas que responden a gobernadores cercanos a la Casa Rosada. La votación terminó a favor 129 a 108 en contra y seis abstenciones. En bloque, el peronismo y la izquierda votaron en contra, así como las bancas críticas del socialismo y algunos radicales disidentes.

En rigor, lo que hizo la Cámara baja fue validar el decreto de Milei que firmó hace dos semanas, donde el Gobierno no especificó ni el monto ni el plazo del nuevo préstamo que el Fondo le enviará al país. Incluso el Presidente saltó la ley de Sustabilidad de la Deuda que obliga la sanción de una ley para tomar una nueva deuda. Buscó el atajo por DNU, que con el aval de una sola cámara parlamentaria queda vigente con fuerza de ley.

Ese debate sobrevoló toda la sesión parlamentaria, con la oposición lanzando duras críticas al oficialismo, y los libertarios sin dar respuestas concretas. La intención del Presidente es que el Fondo envíe al menos entre U$S10.000 millones y U$S20.000 millones, cifras que creen suficiente para levantar el cepo cambiario antes de las elecciones legislativas de octubre próximo.