En la misma jornada se conoció la nota remitida por el secretario de Hacienda de la UBA, Matías Ruiz, a decanos, el director del Ciclo Básico Común (CBC), y los hospitales y colegios dependientes de la universidad, con el objetivo de tomar medidas de restricción del funcionamiento de los servicios públicos.
Cortes de luz programados, ascensores que no funcionan, aires acondicionados o calderas que no se prenden. Ese es el panorama que se vive en varias facultades dependientes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a raíz de los recortes presupuestarios ejecutados por el gobierno de Javier Milei.
Así se desprende de una nota conocida este martes, remitida por el secretario de Hacienda de la UBA, Matías Ruiz, a decanos, el director del Ciclo Básico Común (CBC), y los hospitales y colegios dependientes de la universidad, con el objetivo de tomar medidas de restricción del funcionamiento de los servicios públicos.
Las imágenes de los estudiantes cursando a oscuras o haciendo largas filas para tomar un único ascensor habilitado en la facultad de Medicina -por ejemplo- se viralizaron en las últimas horas en las redes sociales.
Para los que decian "campaña del miedo"... En fmed uba llego una cuenta de luz impagable y por la emergencia presupuestaria estamos cursando así: pic.twitter.com/ypvwoTnfdB
— El Torrente Cs Médicas UBA (@eltorrentefmed) April 16, 2024
“Las facturas de energía eléctrica se han multiplicado casi por 7 en el período abril 2023-abril 2024 (577% de incremento). Si comparamos esas mismas facturas, con lo abonado en febrero 2024, el incremento alcanza un 324% en tan sólo los últimos dos meses”, advierte Ruiz en la carta.
Según estableció la UBA, a partir del lunes 15 de abril, todos los organismos dependientes deben seguir ciertas pautas de funcionamiento “a los fines de mitigar el crecimiento inercial del gasto que desencadenaría en la imposibilidad de poder afrontar los compromisos asumidos por la Universidad”.
Entre esas medidas, se establece “la no utilización de los servicios de acondicionamiento de aire (frío-calor) en los edificios de la Universidad, con excepción de los hospitales universitarios para la atención de pacientes y del acondicionamiento necesario para el correcto funcionamiento de equipos y la infraestructura tecnológica”.
Además, “se dispone el apagado de la iluminación en aulas y oficinas iluminadas naturalmente y en espacios comunes de circulación durante el período diurno y hasta 30 minutos antes del comienzo de la actividad académica del día y 30 minutos posteriores a su finalización”.
También se limita el uso de ascensores y “se establece la utilización de los mismos sólo para aquellas personas con movilidad reducida y casos de asistencia o emergencia”.
A pocas semanas del ingreso de las temperaturas frías, “se establece la no utilización de los servicios de gas en las calderas en los edificios de la Universidad, con excepción de los hospitales universitarios para la atención de pacientes y del acondicionamiento necesario para el correcto funcionamiento de equipos y la infraestructura tecnológica”.
Entre otras restricciones, se establece que “las convocatorias realizadas para los programas de investigación, ciencia y técnica y extensión universitaria estarán supeditados a la efectiva disponibilidad de presupuesto para poder ser afrontadas”.
También las acciones vinculadas por el Programa UBA en Acción estarán limitadas a las financiadas por organismos externos a la UBA y/o aportes privados.
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