Se trata de un acoso cibernético por parte de un adulto hacia un menor con el propósito de cometer un delito contra la integridad sexual.

Se trata de una figura que fue incorporada con el artículo 131 al Código Penal con la sanción de la Ley N° 26.904 en el 2013 en donde explicita que “Será penado con prisión de 6 meses a 4 años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma”.

El abogado especialista en ciberdelitos y director de Informática Legal, Miguel Sumer Elias, explicó que “si bien es una figura polémica porque sólo habla de contactar a los menores a través de las comunicaciones cibernéticas y, si por ejemplo un adulto lo quiere hacer con un menor en la calle no está contemplado, es una respuesta a una laguna legal que había con respecto al hecho de penalizar las intenciones de un adulto con un menor de edad”.

“Antes sólo se estaba penalizado cuando un adulto ya había abusado sexualmente o cuando el menor había sido corrompido psicológicamente por el adulto, lo cual son dos delitos extremadamente gravísimos y no son excarcelables”, explicó el letrado.

Es decir, que antes de esta figura de grooming, sólo se podía detener a un pedófilo si se podía comprobar el abuso y si el menor había sido corrompido psicológicamente.

Ahora, aunque la pena mínima es baja se penaliza esa intención de contacto. Que un acusado de grooming este en libertad depende de varias cosas: si tiene antecedentes y cómo se desarrolle la instrucción para recolectar las pruebas.

Cómo prevenirlo

Los chicos están en constante permanencia con el mundo virtual y es por eso que la posibilidad de convertirse en víctima de grooming es cada vez más alta.

Según explica el especialista, Miguel Sumer Elias, Los padres y adultos responsables puede hacer algunas cosas para poder prevenir este delito:

-Involucrarse y comprender el entorno en el cual se mueven cibernéticamente los chicos

-Conocer la “nueva adolescencia” donde los chicos no pueden dejar de vivir en un mundo interconectado donde no hay filtros para hablar o agregar personas desconocidas ni límites sobre lo que es público y qué privado.

-Generar un diálogo sincero, interactivo y productivo. Donde no sea una bajada de línea del adulto al niño porque entre ambos hay mucho que aprender al respecto.

-Darle a los niños nociones de responsabilidad con el hermano, el primo, preguntarle qué haría al respecto en un caso similar, para que empiece a saber el tacto necesario para detectar este tipo de situaciones.

Qué hacer al detectar un caso de grooming
Puede suceder también que la prevención llegue tarde y el caso de grooming fue descubierto por el adulto.

Es importante que el adulto tenga la templanza necesaria para establecer un diálogo con el niño, contenerlo y abrazarlo para que tenga la seguridad y tranquilidad que sus padres van a ayudarlo a salir del problema.

“Si los padres lo único que hacen es retarlo, es probable que si el niño vuelve a estar en una situación similar no va a decir nada. Y ese es el principal problema”, agregó el especialista.

Ante un caso de grooming es fundamental no esperar ni un día e ir a hacer la denuncia. Para eso es necesario no borrar el material adquirido que sirve como prueba, y dirigirse a cualquier fiscalía especializada en ciberdelitos que hay en el país.