El desarme de posiciones en Lebac por parte de inversores extranjeros estuvo detrás de la profunda corrida cambiaria que mantiene en vilo al mundo de las finanzas. Como respuesta, el Gobierno decidió dar el más impopular de los pasos y anunció que el país iniciará negociaciones, después de 15 años, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un nuevo blindaje.
Sin embargo, ni las cuantiosas ventas de reservas en que incurrió el Banco Central (ya dilapidó más de 9 mil millones de dólares), ni la suba de tasas hasta el récord del 40%, ni la señal que se intentó dar con el FMI alcanzaron para calmar las ansias de cobertura. Ante este vulnerable escenario, este martes se vivirá una jornada clave para el futuro de las finanzas y confianza locales: vencen 680 mil millones de pesos en Lebac, más de la mitad del stock en circulación y equivalente a 30 mil millones de dólares, es decir, el 5% del Producto Bruto Interno (PBI).


¿Se viene una nueva corrida cambiaria?

La gran duda es qué porcentaje de esas letras se renovarán tentadas por una tasa del 40% y cuántos elegirán desarmar sus posiciones y reclamar sus pesos para, muy probablemente, pasarse al dólar en busca de cobertura. Por lo pronto, al menos 33 mil millones de pesos (5% del vencimiento de este martes) corresponden a inversores extranjeros que, se da por descontado, desarmarán su posiciones y pondrán fin así al más que lucrativo carry trade que les reportó una verdadera fortuna desde el inicio de la gestión de Mauricio Macri. La mayoría de los inversores extranjeros ya habían desarmado sus posiciones en Lebac antes de la entrada en vigencia del impuesto a la renta financiera de extranjeros a comienzos de este mes. De allí la fuerte presión que experimentó el dólar. Miles de millones de dólares, pasado a pesos y luego colocados en Lebac, fueron tras los dólares para dejar el país tras la caída de la "bicicleta financiera". En tanto el Gobierno como los operadores descuentan que bancos y sector público (concentran el 60% del monto que vence) aportarán a la renovación de Lebac. El restante 40% está en manos privadas. Un porcentaje de estas Lebac están en manos de compañías de seguros que desde fin del año pasado no pueden seguir comprando estos títulos por lo que ese monto tampoco se renovará. Aunque en este caso se prevé que esos fondos sean reabsorbidos por nuevas licitaciones de Letes en pesos que realiza el Tesoro.


¿Qué alternativas le quedan al Banco Central?

El titular del BCRA, Federico Sturzenegger, elevó las tasas a niveles insostenibles con la intención de que gran parte de las Lebac se renueven. En rigor, de lo que se trata es de patear la pelota hacia adelante incrementando cada vez más la deuda que en algún momento deberá pagar. Si finalmente el Central no logra reestructurar toda esa deuda, deberá emitir pesos para hacer frente a sus compromisos, canjearlos de manera compulsiva por otro tipo de título o bono con condiciones más atractivas o bien, simplemente dejar que ello se traslade a más devaluación y más inflación.

Fuente: Minuto Uno