El tribunal, integrado por Andrés Manuel Marfil, Valentina Ramirez Amable y Virgilio Alejandro Galanti, tuvo en cuenta que la joven cuyas iniciales son B.R. acreditó haber obtenido un título secundario en los Estados Unidos. A su vez se exhortó al Consejo General de Educación (CGE) de Entre Rïos a que contemple los casos de niños y niñas con superdotación que no encuentran un marco académico que los contenga de acuerdo a sus capacidades.
La menor debió enfrentar problemas de integración en diversos establecimientos a los que concurrió, según informó el portal UNOEntreRíos, por lo que finalmente optó por culminar sus estudios en la modalidad a distancia en un establecimiento norteamericano.
El caso tomó notoriedad pública cuando el Defensor Público, a partir de una instancia del CGE pidió que se declare la obligatoreidad de la educación secundaria presencial para esta chica superdotada, en una institución educativa estatal, y su inclusión en un espacio terapéutico a los fines de promover su sociabilización.
Así fue como la justicia intervino, y en la sentencia de primera instancia rechazó el pedido del Defensor en esos términos, pero ordenó al Consejo General de Educación que arbitre los medios, procesos y turnos necesarios para que la menor culmine sus estudios secundarios, sin asistencia obligatoria, rindiendo libres la totalidad de las materias de los años pendientes, y se sugirió a la madre que la acompañe y oriente para la incursión y sostenimiento de un espacio terapéutico.
La resolución fue apelada y la Sala III admitió el recurso y dio validez, estudiando el caso, al título obtenido por la joven en el exterior, porque el mismo es reconocido por el ministerio de Educación de la Nación y es habilitante para su ingreso en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), donde hoy B.R. ya cursa sus estudios. Para tomar esta determinación también se consultó al Consejo General de Educación, el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), aunque solo intervino el primer organismo.
Superdotados en la Argentina
Un 2% de la población mundial posee un coeficiente intelectual (CI) tan alto que se los considera superdotados. En la argentina, varios de ellos son socios de Mensa, un club internacional que los agrupa que tiene 350 miembros. Infobae conoció la historia de tres de ellos.
Mensa se fundó en 1946 en Oxford, para identificarlos y ponerlos en contacto. A nivel global son más de 120 mil miembros procedentes de un centenar de países, y ente ellos algunos ilustres como el cineasta Quentin Tarantino, la actriz Geena Davis, el escritor Isaac Asimov o el creador del videojuego Minecraft, Markus Persson.
La prueba de ingreso para ser parte de esta selecta organización toma en cuenta las escalas Catell que están probadas científicamente hace ya más de 40 años y son reconocidas internacionalmente. En Mensa, la base de ingreso es de 148 puntos de dicha escala, dado el requisito de encontrarse entre el 2% más destacado de la población mundial. La aprobación de la prueba, que toma como parámetros los test de Dinamarca y Noruega, indicará que el aspirante se encuentra dentro de este porcentaje.
En la Argentina hoy más de 350 socios repartidos en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, Mendoza, Rosario, Córdoba y La Pampa forman parte de Mensa. Aseguran que proponen vincular y no alimentar cierta fama de “secta elitista” que se les atribuye. “Les damos un espacio social en el cual pueden relacionarse entre pares y sobrellevar así los inconvenientes para socializar que generalmente ocurren entre los que tienen altas capacidades”, aseguró a este medio José Luis Martínez, presidente de Mensa Argentina.
¿Qué pasa con los más jóvenes?
Los chicos tienen una sensibilidad muy alta, como así también un elevado sentido de la justicia. En el caso de los más jóvenes, representan un 15% de la población y el 80% sufrió bullying en el colegio.
En la actualidad, en cada aula de Argentina hay, en promedio, más de un chico con altas capacidades intelectuales (ACI). Representan, según un estudio del Servicio de Neuropsicología de la Universidad de Córdoba, alrededor de un 15 por ciento de la población mundial.
El ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, junto con UNICEF Argentina, distintas organizaciones de la sociedad civil y referentes de Educación Inclusiva, generaron un material educativo con recursos pedagógicos para facilitar la inclusión de los estudiantes con altas capacidades. Sin embargo, según se advierte con el fallo de la adolescente en Entre Ríos, la Justicia pidió contemplar los casos de niños, niñas y adolescentes con superdotación que no encuentren un marco académico que los contenga adecuadamente.
Comments powered by CComment