La gobernadora María Eugenia Vidal decidió sellar una tregua en la guerra fría que libra con Mauricio Macri desde la dura derrota en las PASO: luego de 45 días de vidas paralelas, durante los cuales no se mostraron juntos en público, la mandataria se suma a la campaña del Presidente, aunque liberada de los manuales escritos en la Casa Rosada. En cinco días compartirán dos actos netamente de campaña.

El próximo viernes por la tarde, Vidal se sumará a la plaza del #SíSePuede que encabezará Macri en Bahía Blanca, que forma parte del plan remontada histórica con el que el jefe de Estado busca dar vuelta los resultados del 11A. Incluye la peregrinación por 30 ciudades en el tramo que resta hasta las elecciones generales. Será la segunda vez en una misma semana que la mandataria acompañará al presidente: el lunes estuvieron en Junín.

Luego de la derrota ante Axel Kicillof, la mandataria de Buenos Aires reformuló su estrategia de campaña. Volvió al modelo 2015, mostrándose como una vecina, despojada de su traje de gobernadora. Esto incluyó recorridas territoriales con mínima estructura y distancia del mandatario nacional. En un comienzo fueron infructuosos los esfuerzos del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para convencer a Vidal de no dejar solo a Macri. El tiempo y las necesidades electorales hicieron el resto. Vidal y Macri, juntos otra vez.

Además de un primer encuentro en Florencio Varela, donde Macri inaguró el metrobus y fue acompañado por la mandataria, los dos puntos escogidos ahora, y en formato de campaña real, son municipios clave, ubicados en regiones donde Cambiemos espera sostener el amplio núcleo duro de votantes.

La estrategia, según indicaron referentes del oficialismo provincial a Letra P, es reeditar el voto rural, agrario y sojero de 2015. Y por eso volvió a ponerse en marcha la dupla Macri – Vidal, como “particular garantía”. Juntos –analizan- pueden ahuyentar alguna intención de fuga de voto hacia el candidato de Consenso Federal Roberto Lavagna.

Por eso las comunas elegidas son Junín y Bahía Blanca, dos municipios fundamentales de la Cuarta y la Sexta secciones electorales, de jefaturas PRO, y donde sus jefes comunales, que van por la reelección, no obtuvieron el caudal de votos esperado, aunque Macri y Vidal lograron ganarle al peronismo.

Pablo Petrecca, que busca la reelección, fue el candidato más votado en Junín pero perdió ante la suma de los candidatos del Frente de Todos. En octubre irá a un mano a mano con el representante del Frente Renovador Mario Meoni, quien ya comandó el municipio.

En el caso de Bahía Blanca, el intendente Gay ganó la pulseada contra el senador kirchnerista Federico Susbielles, pero por un margen inferior al previsto: algo más de dos puntos.

“Con ustedes, cualquier imposible es posible, ya lo demostramos, hagámoslo de nuevo con Mauricio el 27 de octubre”, bramó la mandataria en la plaza del #Sísepuede realizada en Junín. Su tono asumió en esta segunda instancia de campaña un formato más motivador que político y hasta de gestión y en él sumó nuevamente al Presidente.

La mandataria sostendrá su agenda con Macri, pero invertirá la mayoría de su tiempo en sus recorridas por el interior provincial y también algunas escapadas al conurbano. En esta lógica, y tal como sucederá esta semana, tendrá días dedicados a las reuniones privadas de evaluación de gestión, de proyección de la campaña y de contactos con candidatos, dirigentes e intendentes. Todo, dentro de los límites de Buenos Aires; fuentes de Gobierno confirmaron a este portal que la mandataria no acompañará a Macri a otras provincias.

En su fixture de campaña también se cuentan encuentros con los diferentes sectores empresariales, sociales y gremiales, como es el caso de la entidad rural de Carbap, que este miércoles la tendrá como una de las candidatas invitadas a exponer sobre políticas de Estado.

Es la segunda vez que Vidal participará como postulante en la provincia, ya que igual cita tuvo en 2015, cuando competía contra Aníbal Fernández, quien no se presentó al convite. Esta vez se espera que se cruce con Kicillof, quien confirmó su presencia. Se presentará una hora y media antes que ella.