El Gobierno llega este miércoles más confiado que la oposición a la sesión de la Cámara de Diputados que definirá el destino del veto a la ley de financiamiento de las universidades, que contempla una indexación a la inflación para este año de los gastos de funcionamiento y los salarios.
Para que la medida sea desestimada se requieren dos terceras partes de ambos recintos. En la cámara baja, esa mayoría se alcanza con 172 votos. A la inversa, con 86 manos arriba el Gobierno blinda el veto. En La Libertad Avanza, al cierre de esta nota, sumaban el respaldo de radicales más violetas y casi todo el PRO, pero aún así no tenían garantizado ese número. Aún así, confían en la ayuda ausentes y abstenciones para festejar.
El cálculo del oficialismo es que habrá una decena menos de votos, lo que le sería funcional porque reduce la cantidad necesaria para bloquear una mayoría especial. Les alcanzaría con poco más de 80. No tiene mucho más. La alianza opositora que busca derogar el veto (que integran la UCR, Encuentro Federal, Unión por la Patria y la Coalición Cívica) se sentía más lejos: no lograba sumar más de 162 voluntades y no tenía control de las ausencias. Este martes por la noche ya se daban por perdidos, aunque algunos confiaban en sorpresas.
LLA cerró varios votos decisivos luego de las reuniones de bloques. El PRO se calzó el traje de aliado, con Mauricio Macri, como líder y el jefe del bloque Cristian Ritondo como operador full time.
El PRO asegura 35 de sus 38 miembros a favor del veto. Sólo se opondrán al veto Álvaro González y Héctor Baldassi, cercanos a Horacio Rodríguez Larreta. El fueguino Tito Stefani, estará ausente por problemas de salud.
El resto de la tropa amarilla se alineó luego del anuncio de la Casa Rosada de otorgar un aumento de los salarios mínimos a los docentes. Ritondo difundió un comunicado para alinear a su tropa.
"El PRO va a acompañar la decisión del veto presidencial con respecto al presupuesto universitario que será tratado este miércoles en la sesión especial solicitada en la Cámara de Diputados", anunció la bancada amarilla.
El veto a las universidades
Martín Menem se mantuvo este martes en su despacho haciendo números y terminó la jornada confiado. El titular de Diputados celebró que Lilia Lemoine consiguiera vuelo desde Ucrania, donde había llegado el viernes para recorrer la zonas bombardeadas por Rusia. La diputada libertaria garantiza los 39 votos de su bancada, a los que suman los 35 del PRO.
El bloque MID, integrado por tres exlibertarios aliados, tiene dos votos para aportar por la ausencia de Oscar Zago, de viaje. En el conteo del oficialismo figuran como potenciales los tres votos del bloque Independencia, cercanos al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo; y además la dupla que responde al mandatario sanjuanino Marcelo Orrego.
Estos últimos cinco votos eran motivo de negociación. En el Gobierno evitaban confirmarlos y especulaban con ayudas dispares, con alguna abstención. Una aliada sin riesgo es Paula Omodeo, del partido CREO, oriunda de Tucumán.
Luego de una reunión del bloque UCR, encabezada por Rodrigo De Loredo, se confirmó que al menos tres de los cinco radicales violetas ayudarán a sostener el veto: el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el misionero Martín Arjol. El neuquino Pablo Cervi se abstendrá.
El correntino Federico Tournier, quien heredó la banca en la UCR del ahora ministro de Seguridad provincial, Alfredo Vallejos, no anticipó posición, a la espera de una definición de su jefe, el gobernador Gustavo Valdés. El catamarqueño Francisco Monti, amaga en dar el salto al grupo violeta.
La UCR tiene otra perlita: el formoseño Fernando Carbajal está de viaje y no llega a la sesión. En EF no estará Ricardo López Murphy y, este martes, se sumó la baja de la cordobesa Alejandra Torres. Informó que tiene COVID 19 y no podrá defender a las universidades. El entrerriano Franco Morchio y el chubutense Jorge Ávila se mantienen decididos a rechazar el veto. No fueron llamados por sus gobernadores para hágase otra cosa.
El botín principal son los partidos provinciales sin chapa de aliados fijos y se hacen valer. Misiones tiene cuatro votos en el bloque Innovación Federal y uno de ellos, el de Alberto Arrúa será en contra del veto. Es el presidente del PJ, aliado al partido provincial que gobierna la provincia hace dos décadas y controla el exgobernador Carlos Rovira, quien este miércoles le indicará a su trío fiel cómo votar.
En el oficialismo creen que al menos un voto misionero será a favor del veto, el de Yamila Ruiz, y el resto serían abstenciones. El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, no definió como votará Agustín Domingo.
Sin plata
La ley vetada contempla un aumento de los gastos de funcionamiento y los salarios del personal docente y no docente en función de la suba de precios, con retroactividad a diciembre y hasta fin de año. De esta manera, se recuperaría la pérdida de poder adquisitivo de este año.
Milei se había comprometido a incrementar los gastos de funcionamiento en un 270%, pero no así el de los salarios, que contemplan el 90% del gasto el presupuesto universitario. Este lunes el Gobierno ofreció un 6,8%, pero por pedido del PRO se comprometió a subir los mínimos. No explicó de dónde sacará la plata.
En el PRO negociaron este refuerzo el lunes por la noche para sumar los votos indecisos que restaban, que eran los de Germana Figueroa Casas y Silvia Lospennato. También era un argumento que buscaban los radicales violetas para justificar su posición.
La ley vetada tiene un costo de 0,14% del PBI, medido por la oficina de presupuesto del congreso (OPC), que en realidad sería de 0,08% si sólo se contemplan los salarios. También tiene un artículo para pedir las auditorías de la AGN, demoradas por la no integración del directorio y de la bicameral que debe evaluar los informes. El PRO pidió que la supervisión la ejerza la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), desplazada de esa tarea por el Gobierno anterior. Será parte del debate.
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