Lo hizo en compañía del intendente Blas Gallardo, autoridades de Ejército y Gendarmería, funcionarios de la cartera de Salud y miembros del Comité Operativo de Emergencia (COE).
“En La Quiaca se está trabajando y no hay que aflojar”, sostuvo el mandatario y puntualizó que “obviamente hay un mínimo tránsito debidamente controlado”.
Asimismo, expuso su especial interés por los controles sanitarios y migratorios, como así también por las capacidades operativas del hospital “Jorge Uro”, el cual dispone actualmente de cuatro camas y en breve sumará otras seis. Además, contará con sistema TRIAJE para clasificación.
Además, mantuvo una reunión con el COE local para repasar agenda y optimizar la articulación de todas las áreas intervinientes.
En otro orden, ponderó el trabajo y el esfuerzo de Gendarmería y Ejército, con toda la tecnología oportunamente instalada, como redes de cámaras de seguridad, monitoreo, dispositivos infrarrojos y equipos móviles de control.
En este sentido, elogió abiertamente las decisiones adoptadas por el gobierno de Bolivia, a fin de intensificar el aislamiento. “La única manera de achatar la curva es evitando el contacto personal”, recordó.
También hizo referencia a la situación de un grupo de extranjeros (venezolanos, peruanos y colombianos) que se encuentran en un comedor dependiente del municipio quiaqueño, señalando que “no tienen síntomas y están en cuarentena, cumplida esa fase se aplicarán los protocolos de seguridad y sanitarios correspondientes”.
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