Mi marido era pasador de hojas de coca. Tenía hijos. Fuimos al puesto 28 y no nos dejaron pasar. Queremos saber qué pasó y que nos entreguen el cuerpo”, reclamó Sandra, pareja de Fernando Martín Gómez, el joven de 27 años asesinado en la madrugada del miércoles 18 cerca de la ruta nacional 50, que une la localidad de Aguas Blancas con la ciudad de Orán, en Salta. El violento operativo se dio en el marco del Plan Güemes, impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien celebró el accionar contra “narcos violentos”. Pero la comunidad se movilizó en repudio de la represión y denunció que se violentó a trabajadores que viven del comercio de hojas de coca y mercaderías.

Amenazas a la familia

Gisela Gómez, hermana de Fernando, que fue asesinado por gendarmes en un operativo en Aguas Blancas, habló en el programa "Pasaron cosas" de Radio con vos y brindó detalles de las amenazas que sufrieron al momento de solicitar información sobre el estado de salud de su hermano.

Sobre el tema, Gisela Gómez detalló: "Me llamaron a las 3 de la mañana, me avisaron de que mi hermano estaba grave, internado en el hospital de Aguas Blancas, cuando fui con mi cuñada y otra señora que nos llevó, llegamos y había muchos gendarmes, nuestra amiga baja la ventanilla, preguntó por el chico que está internado, los gendarmes, la bajaron del vehículo, le empezaron a pegar y patear, nos dijeron que nosotros éramos narcotraficantes, cuando nosotros sólo queríamos saber el estado de salud de mi hermano".

"Nos empezaron a pegar y patear, dijeron que nos teníamos que ir porque sino 'la vamos a hacer responsables de la droga que tenemos, más vale que salgan de aquí' entre medio de lagrimas, del dolor, la bronca, empecé a correr con mi cuñada, lo último que nos dijeron los gendarmes fue que 'más vale que salgan de aquí porque vamos a reventarle la cabeza a las cuatro que están aquí, porque estás son las que pasan droga' y nosotros nada que ver, queríamos saber que ocurrió con mi hermano, encima le quitaron el vehículo a nuestra amiga, la que nos acercó".

Por último Gisela se refirió al Plan Güemes: "Ése fue el resultado del Plan Güemes, que inició Patricia Bullrich, ella es la que mueve todo, no va a dejar que nadie haga justicia por mi hermano, porque ella está encubriendo a Gendarmería, la Policía Federal, Prefectura, necesito que venga la seguridad aeroportuaria".

Por la represión fatal, que además dejó tres heridos graves, ya hay pedidos de explicaciones a Bullrich. El senador por Salta, Sergio Leavy, presentó un proyecto pidiendo informes al Gobierno Nacional sobre los acontecimientos ocurridos alrededor de la muerte de este trabajador de frontera, comúnmente denominado bagayero.

Si, con menos de un mes de implementación del Plan Güemes ya contamos con un muerto y varios heridos que nada tienen que ver con el narcotráfico, se observa una falta de conocimiento de las particularidades de la zona y las verdaderas problemáticas que se deben atacar con firmeza como el narcotráfico y el lavado dinero que no estarían presentes en este lamentable resultado del operativo”, declaró Leavy. Y remarcó: “Este tipo de operativos deben tener a la comunidad de su lado, no como enemigos”.

Tras la muerte del trabajador de frontera se realizó un corte total de la Ruta Nacional 50, con familiares y compañeros de Gómez reclamando Justicia.

Dos versiones

“Bagayeros sí, narcos no”, publicó Bullrich en redes sociales, y dio su descripción de los hechos: “En Orán-Aguas Blancas, narcos violentos atacaron a Gendarmería porque no soportan que se les terminó el negocio. Quisieron cruzar cargamentos ilegales por pasos clandestinos y, al ser interceptados, respondieron. Pero quedó claro: no pasa ni un gramo más de droga por nuestras fronteras. Los gendarmes frenaron el ataque, controlaron la situación y aseguraron 22 bultos sospechosos. Es claro: el Plan Güemes les está cortando el negocio. Se les terminó”.

Como planteó Leavy en los fundamentos de su proyecto, los gobiernos nacional y provincial difundieron rápidamente que “se trató del asesinato de un narcotraficante. Sin embargo, todos los testimonios del hecho llevan a concluir que se produjo un crimen sobre una persona trabajadora del área de frontera que nada tenía que ver con el contrabando de droga. Los testigos afirman que no se produjo ningún enfrentamiento, los bagayeros fueron atacados con balas de plomo por la espalda y algunos se defendieron con piedras”.

Pablo Cardozo Cisneros, abogado de la familia, contó a la prensa local que según parientes de Gómez y testigos de los hechos el joven estaba con un grupo de bagayeros pasando hojas de coca cuando los gendarmes los interceptaron. “Ellos abandonaron la carga con la idea de volver a recuperarla más tarde, con menos peso, como suele ser habitual ya que los efectivos se quedan con una parte. El problema fue que cuando regresaron los bagayeros a buscar sus bolsones, los efectivos los repelieron. A partir de entonces se sumaron más personas y la situación escaló en violencia”, relató a El Expreso de Salta.

“Lo que se tiene que hacer ahora son pericias y por eso estoy pidiendo una batería de pruebas, que se secuestren y periten todas las armas de fuego que tenía el personal que actuó esa noche”, dijo. Y agregó que los testigos aseguraron que los gendarmes “estaban un poquito sacados” por lo que pidió a la fiscalía que ordene pericias toxicológicas.

“Llevamos hojas de coca y cigarrillos, no drogas”

“Yo lo único que quiero es justicia, porque ellos dicen que mataron a un narco y quiero que se acerque a ver la supuesta ministra”, reclamó Gabriela, concuñada de Gómez, en declaraciones al diario El Tribuno. “No todo el mundo trabaja con esa maldita droga”, añadió. «Los narcos supuestamente viven en un palacio con piletas, nosotros no tenemos nada, solo un suelo, una pieza”, expresaron familiares del joven asesinado.

Los hechos son investigados por la fiscalía local. Mientras la versión del Gobierno apunta a que un grupo de ‘narcos’ intentó ‘tomar’ un puesto de Gendarmería porque les habían incautado sus ‘bultos’, desde la comunicad cuestionan que el violento operativo no apuntó contra narcotraficantes sino contra trabajadores de frontera, que en muchos casos llevan décadas transportando hojas de coca.

Nosotros llevamos hojas de coca y cigarrillos, no drogas. Vivimos de esto. Si quieren luchar contra el narcotráfico, que lo hagan, pero que nos dejen trabajar”, exclamaron. “Es la única manera de llevar el pan a nuestras casas. Los gendarmes abusan de su autoridad; tienen el uniforme verde y se creen superiores a nosotros”.